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Unanimismo

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José Antonio Molina Farro

Andrés Manuel López Obrador es un político, por decir lo menos, admirable. Su tenacidad, su entereza, su capacidad de resistencia y perseverancia son notables. Su honestidad es un activo muy valioso en un país de pillos irredentos, donde salen   comaladas de millonarios cada seis años. Un país donde la corrupción y la impunidad son la constante..

Porqué si la honestidad de la clase política es un clamor y exigencia nacional, AMLO no ha logrado penetrar con fuerza en el imaginario colectivo  como la opción que el país demanda con urgencia? ¿Volvemos a la tesis de que somos un país que repudia los radicalismos y los extremos y que, en palabras de Octavio Paz, ” por nuestras venas corre el temor al cambio”? Hay autores que señalan y lo hemos dicho, que el centro, el cero grado de la política es el enmascaramiento de la derecha, de los partidarios del establecimiento, o de abanderados del gatopardismo, cambiar para que todo siga igual, Lampedusa al derecho y al revés.

AMLO es un político de tempestades que lo mismo es atacado con virulencia, que aceptado por amplios sectores de la población, incluidos empresarios importantes, que lo ven como la opción que México necesita. Fascina a sus partidarios y despierta en ellos admiración y afecto. Es prodigioso en su sencillez. Tengo para mí que su principal fortaleza es su honestidad, valentía y perseverancia. Hay en él una “calma simplicidad”, que enciende las pasiones y emociones colectivas y busca una revolución de los sentimientos, inspirado en el código moral de Alfonso  Reyes.

Ya se dice que llevará a México a la venezolización, ya que hundirá al país en el caos con sus propuestas  populistas, y muchos decires más. Hay juicios y prejuicios. Hay fundamentos y también burdas falsedades. Y sí, en lo personal pienso que muchas de sus propuestas con cifras que las acompañan, son inviables y sin ninguna posibilidad de concreción, por ejemplo el crear más refinerías cuando las que existen están naufragando en la ineficiencia y la insolvencia. Pero el problema, su principal problema es que sectores muy amplios lo ven como un político intransigente, cerrado a los nuevos vientos y ciego ante las nuevas realidades del país, un político anclado en el pasado.

Yo advierto algo más, el muy seductor unanimismo, una sola manera de ser, pensar y actuar, el querer estrujar a la sociedad en un lecho de Procusto, esto es,  en una uniformidad artificial que debilita y empobrece el espíritu.  AMLO es prisionero de su propio universo. Es solo su verdad la que vale, es el depositario de la voluntad del pueblo. Lo cree, lo dice, lo proyecta. Bien lo decía Kant ” la majestad del pueblo es una expresión insulsa”. AMLO no es el portavoz de la civilización del futuro, le preocupa su propio mundo intenso. En muchos temas de política interior y en particular en política exterior, su visión ha sido firmemente romántica.

Andrés Manuel es un luchador formidable que habrá de enderezar su espíritu guerrero, para no ser rehén de su doctrinarismo y sus propias pasiones. Le conviene a él, le conviene a México. Reexaminar convicciones y viejas certezas es condición del desarrollo intelectual y espiritual de todo ser humano. Es incluso condición de sobrevivencia.. Alejarse del dogmatismo y la liturgia y fortalecer su capacidad de rectificar.. Así permanecerá en la brega y se alejará un buen tiempo de La Chingada.

La gente  está  hasta la madre de tanta impunidad y corrupción. Es su momento, el PAN dividido será abanderado por Anaya, quien se va a agandallar  al Frente Ciudadano, Margarita va a necesitar de una estructura de la cual carece, el PRI tiene como gran opción a José Antonio Meade, por quién puede volcarse el voto útil para frenar a AMLO. En Chiapas despuntan Melgar, Rutilio, ERA, Castellanos y  Roberto Albores. Valls se asoma con el apoyo de Meade. Sea como fuere, aún con las candidaturas definidas, nadie tiene garantizado el triunfo. Pueden venir rupturas fatales por un mal cálculo de los partidos y/o por amiguismos y favoritismos. El güero, lo hemos dicho, esperará hasta el final para apoyar al mejor posicionado, un político, por supuesto, de su total confianza. Ojalá no se equivoque. Veremos.

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