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¿Un monstruo en el Noticias? / Código Nucú

¿Un monstruo en el Noticias? / Código Nucú
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César Trujillo

Para amedrentar y sembrar temor en los periodistas del diario Noticias Voz e Imagen de Chiapas, que buscan ante la ley que les paguen lo justo tras ser despedidos de forma injustificada, alguien dijo que el dueño de dicho medio de comunicación era “un monstruo”: buscando magnificar sus cotos de poder y encumbrando sus atributos, pienso. Es más, afirmó que enfrentarlo era no una osadía, sino una especie oda a la derrota, una sentencia cantada por las relaciones que éste tiene, olvidando que es no sólo legislador electo en Oaxaca sino que pertenece al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador, quien ha prometido ser un férreo defensor de los derechos de los trabajadores.

De quien hablo es de Erisel Gómez Nucamendi a quien pudieron compararlo, quizá, con un Titán o con otro ser tomado de cualquiera de las mitologías para que Marco Alvarado, Itzel Grajales y Jacob García sintieran un poquitín de frío antes de jalar la pluma y el lápiz para defender sus derechos laborales establecidos en los artículos 48, 79, 80, 87 y 162 de la Ley Federal del Trabajo (LFT). Pero quien eligió el calificativo oscuro lo hizo mal, pues los cuentos y las historias nos han enseñado que hasta los monstruos más grandes terminan sucumbiendo ante la luz y ante la verdad cuando ésta es insoslayable.

Quizá, pienso yo, le dieron este atributo a Gómez Nucamendi por sus cambios de humor y sobre todo de ideologías, porque otrora el dueño de ese medio de comunicación se erigía como un “paladín de la justicia” y defensor de los derechos de los trabajadores, defendía las causas justas y denunciaba las arbitrariedades, pero hoy su moneda dio un giro opuesto volviéndolo un empresario ruin y mezquino, hasta donde se puede ver.

Así es, porque parece que ahora el diputado electo se ha olvidado que, en el registro que aparece en internet, en 1981 fue delegado en Oaxaca del Instituto Nacional de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y que incluso formó parte de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado y del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial Federal del que, según su biografía, llegó a ser Secretario General de 1985 a 1989. Y digo parece porque su actuar dista mucho de lo que se dice que hizo, incluyendo su defensa contra el sexenio de Ulises Ruiz en donde defendió, a toda costa, la libertad de expresión de su periódico en el estado vecino.

Si es bajo esa premisa dicen que ahora es un monstruo entonces sí, no se equivocan en usar dicho calificativo. Lo es. Porque recordemos que hay quienes ondean las banderas del mal y de la nada terminan conversos defendiendo lo justo. Pero los hay de otro tipo, los perversos, de esos que tras forjarse en la lucha, en la conformación sindical, en la defensa de los trabajadores, terminan sucumbiendo ante el dinero y el poder, una combinación que convierte en monstruos a muchos que hoy vemos como el legislador electo por Morena que no le importa nada con tal de mostrarse como un todopoderoso.

Me pregunto si el presidente de México electo, Andrés Manuel López Obrador, defendería la postura del dueño de un periódico como Noticias Voz e Imagen. Me pregunto si Morena y AMLO serían copartícipes de esta violación a los derechos de los trabajadores como lo que están viviendo hoy Marco, Itzel y Jacob. Porque es inadmisible que el partido que ha anunciado ser la esperanza de México tenga entre sus filas a un político como Erisel Gómez que estará en el Legislativo y que, cobijado por sus relaciones de poder, avalado por sus intereses aviesos, se burle de las leyes y tuerza todo a su favor a través de sus emisarios que con discursos pomposos, adornados con base en el miedo, pretendan lacerar al gremio de periodistas en Chiapas.

Si Erisel insiste en retardar el proceso coludido entonces sí es el monstruo que dicen es. Y qué triste, pero va a perder. Aunque aquí es más lamentable que la Junta de Conciliación y Arbitraje de Chiapas, en manos de Carlos Enrique Martínez Vázquez, se preste a tan burdo juego sabiendo que los tres periodistas despedidos tienen derecho a demandar dos rubros básicos: tres meses de salario por concepto de indemnización Constitucional y la prima de antigüedad, que es el pago de 12 días de salario por cada año de servicios prestados. Para ello se toma como base para el pago de esta prestación el doble del salario mínimo (en caso que el trabajador perciba un salario superior a este). ¿Por qué si Martínez Vázquez sabe eso no actúa? No quiero pensar (déjenme pecar de inocente) que exista un acuerdo o una orden superior porque esta vez no se trata de un hecho aislado, no es un monstruo contra un guerrero. No. Somos muchos los que estamos ya cansados  de lo mismo y elevaremos la voz.

Y ahora, ¿por qué un hombre con mucho dinero, con todo el poder que dicen sus esbirros tiene y con relaciones se niega a pagar lo justo entonces? Es muy simple. Lo hemos visto con otros medios de comunicación donde los dueños se sienten propietarios del mundo, con un poder inacabable, siendo capaces de gastar lo que sea en abogados en vez de liquidar a las periodistas que les ayudaron a forjar su emporio. Lamentable, repito, que la Junta de Conciliación no tome cartas en el asunto bien y no se base en buenas voluntades. Estaremos pendientes del tema.

No están solos, compañeros.

Manjar

La recomendación de hoy es el libro Ensayos en literatura mexicana de Humberto Martínez y el disco Generation Swine de Motley Crue. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

                              

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

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