Por Manuel Ruiseñor Liévano
En el marco de un país confrontado por los acechos de la incertidumbre y la desesperanza social, es de extrema necesidad mandar un mensaje de optimismo y confianza a la ciudadanía. Más ahora en que se agotan las hojas del calendario electoral fijadas para el próximo domingo 2 de junio. Una tarea que corresponde a los partidos políticos, en aras de hacer saber al electorado que el ejercicio de la política, tan desgastado y carente de prestigio, tiene en su desempeño verdaderas propuestas de cambio y modernidad.
Bien por proponer alternativas a las candidaturas de representación popular, más allá de cuotas y protección a los mismos de siempre, los cuales regularmente son los dirigentes y su equipo compacto que, comicios tras comicios, han dejado de aportar. Es decir, la vieja y endurecida nomenclatura de las distintas insignias partidistas.
En este barullo desalentador de la democracia y, especialmente, de la mayor participación ciudadana, la que hoy recae en la población joven, ubicada en el rango de los 18 y 29 años de edad, es sinónimo de esperanza e inclusión, el que en las listas definitivas de quienes ocuparán cargos de elección popular, haya gente joven, preparada, comprometida y entusiasta para cumplir con la finalidad política de servir a la sociedad.
Una muestra significativa de tal visión, la ha puesto la coalición #Juntos seguiremos haciendo historia por México, al postular desde el PVEM como su coordinadora por el X distrito electoral federal con cabecera en Villaflores, a DELIAMARÍA GONZÁLEZ FLANDEZ. Una mujer joven y al mismo tiempo con trayectoria en el servicio público en pro de las mejores causas de las y los chiapanecos más vulnerables.
Deliamaría González Flandéz, originaria de Ocozocoautla de Espinosa, es una chiapaneca que ha acreditado en los hechos su pasión por el progreso de la tierra que la vio nacer. Con una sólida formación académica y un compromiso inquebrantable con el bienestar social y el desarrollo humano, su desempeño en la gestión pública estatal le ha conferido un liderazgo eficaz en las tareas relacionadas con el bienestar de las familias chiapanecas.
De ello da fiel testimonio su labor como directora general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Chiapas, desde el año 2020 hasta hace poco en que pidió licencia, precisamente para representar a la nueva generación de políticos que Chiapas requiere para la naciente ERA, que encabezan tanto Claudia Sheinbaum Pardo, por la presidencia de la república, así como Eduardo Ramírez, camino a la gubernatura del estado.
Hay en el trabajo institucional de Deliamaría González un sello distintivo en su trayectoria, sobre el cual debe tomar nota puntual la ciudadanía. La obra de coordinación que acreditó en favor de grupos en situación de vulnerabilidad, con un enfoque especial en los derechos de niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad, personas adultas mayores y mujeres.
La ruta que Deliamaría ha seguido en el servicio del pueblo más desprotegido, toca una fibra muy sensible del llamado Humanismo Mexicano, al que convocó el presidente Andrés Manuel López Obrador, para quienes son parte activa de la Cuarta Transformación: Fomentar el empoderamiento y la inclusión de las personas con discapacidad. Lo cual quedó plenamente acreditado en el desempeño de González Flandez como directora general del Instituto de Protección Social y Beneficencia Pública y, más adelante, al frente del Sistema DIF-Chiapas. En esa ruta se entiende el por qué la UNICEF le extendió su reconocimiento por su contribución a los Derechos Humanos y la Igualdad de Género.
Sin duda, inteligente la decisión de respaldar de manera unánime la postulación de Deliamaría González Flandez a la candidatura por la diputación federal en el Décimo Distrito Electoral por parte del PVEM, es un acierto y un gran augurio para que la coalición #Juntos seguiremos haciendo historia, gane la mayoría que necesita en el Congreso de la Unión. Con la apuesta por la destacada mujer de Ocozocuautla, están demostrando tener visión de largo alcance. Y algo de igual relieve, la confianza en las mujeres que son parte de una nueva generación de políticos llamada a apuntalar una democracia como la mexicana, donde renovadas voces cargadas de futuro, se fortalezcan como piezas claves de lo que será el esperado debate parlamentario de altura en el corazón de la república, allá en el palacio legislativo de San Lázaro.