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Ruperto Portela Alvarado.
LOS MOTIVOS DEL LOBO…
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- En el escenario de la política chiapaneca, la ambición de los gobernantes y dirigentes de partidos políticos, la prioridad ha sido la obtención de votos que se traducen en mayores prerrogativas económicas que llevan al poder y las decisiones.
Los antecedentes de toda conflagración entre ciudadanos y militantes de partidos en la zona indígena devienen de los actos impositivos del entonces gobernador MANUEL VELASCO COELLO y su operador político plenipotenciario, OSCAR EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR, quienes por la fuerza y amenazas impusieron candidatos del Verde Ecologista que eran netamente de filiación priísta, para ganar a como diera lugar en las elecciones de 2015.
Esa forma de autoritarismo político electoral de la “Cuija Verde” y el “Zanjaguar Negro”, dejó una estela de violencia y enfrentamiento entre hermanos indígenas de la zona altos y norte del Estado, que todavía se exhibe con suma de muertos, heridos, edificios incendiados, bloqueos, agresiones a transeúntes en esas rutas, especialmente en el municipio de Oxchuc.
Se debe consignar que desde siempre se ha tenido esta confrontación entre comunidades indígenas por muchas razones; ya sea por la propiedad o uso de la tierra, religión, comercio de productos rentables como la Coca Cola, el alcohol (Posh) y ahora hasta las Sabritas. Irremediablemente el pleito es por el poder municipal, el presupuesto y posesión de los vehículos que presuntamente les otorga estatus al que lo detenta.
Han sido varios diputados locales y federales, pero particularmente alcaldes de Oxchuc que en su momento fueron acusados de desestabilizar el municipio por la ambición de seguir manteniendo el poder, como sucedió con MARÍA GLORIA SÁNCHEZ GÓMEZ, quien desde las elecciones de junio de 2015, había sido expulsada del municipio por pobladores que rechazaban que ella y su esposo, NORBERTO SÁNTIS GÓMEZ, se alternaran el poder durante tres periodos de gobierno, primero a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y en 2015 por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
En la alternancia del poder de ese municipio (Oxchuc) se han repartido el “derecho de saquearlo”, una pléyade de personajes; unos que han trascendido desde la alcaldía a otros estratos políticos como la diputación local y/o federal como sucedió con NORBERTO SÁNTIS GÓMEZ, quien luego tuvo que andar a salto de mata por sus rapacerías, saqueo y corrupción que le permitió comprar numerosas propiedades en Oxchuc, San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez, inclusive en la Ciudad de México, según la autoridad procuradora de justicia.
Ahora, desde el espacio de la diputación local que ocupa en la LXVIII Legislatura (2021-2024) con el sello del “Mover a Chiapas”; la que obtuvo y ejerció en la LXVI (2015-2018) con las siglas delVerde Ecologista y antes la Presidencia Municipal de Oxchuc (2011-2012) abanderada por el PRI, la diputada CECILIA LÓPEZ SÁNCHEZ está en la mira de autoridades que la acusan ser la promotora de la desestabilización que priva en los pueblos que integran su distrito 20, como lo son: Las Margaritas, Altamirano, Amatenango del Valle, Chanal, Ocosingo, Benemérito de Las Américas, Maravilla Tenejapa y Marqués de Comillas. Los informes indican que “ni siquiera en Oxchuc, dónde es originaria y tiene su domicilio la quieren”.
Es un secreto que se sabe en todo Chiapas, allende sus fronteras, inclusive a nivel nacional, que las comunidades y en especial la cabecera municipal de Oxchuces un polvorín, donde los “usos, abusos y costumbres” tienen en la conflagración a toda la región indígena, que es de lo que se le acusa a la diputada CECILIA LÓPEZ SÁNCHEZ.
Hay voces –desde el anonimato– que se pronuncian porque se ponga un freno total a la diputada CECILIA LÓPEZ SÁNCHEZ; que le finquen responsabilidades ante la Fiscalía General del Estado, que se le retire el fuero y se le abra un procedimiento judicial para que responda a todos los presuntos daños de que es señalada. De hecho estos daños están a la vista, solo falta investigar y comprobar que la legisladora indígena es la responsable de esos hechos fatales y funestos.
No se puede negar que “hay daños y hay víctimas por la ambición y la lucha del poder entre hermanos indígenas”, como también que la autoridad correspondiente (Fiscalía General de Justicia, el Congreso del Estado y la Guardia Nacional) intervengan, investiguen y deslinden responsabilidades a quien o quienes la tengan, incluida la diputada CECILIA LÓPEZ SÁNCHEZ, sobre la que pesan serias acusaciones mediáticas.
También es cierto, como dicen, “hay que matar a la jauría” para que se terminen los ataques violentos y se acabe con esta cadena de traiciones y manifestaciones; se aplique la ley y no seguir con un falso circo como el que creó hace unos años la Fiscalía del Estado para desaforar y meter a la cárcel a los responsables de la desestabilización en Oxchuc y la zona indígena, que parece es tradición permanente.
Ya veremos quien le pone el cascabel al gato para solucionar este embrollo de violencia, corrupción, rapiña y muerte en la zona indígena de Chiapas, principalmente en las comunidades y el municipio de Oxchuc que hoy es el centro de los enfrentamientos entre grupos radicales y la violación de los derechos humanos…
Se acabó el mecate… Y ES TODO…
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MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE COLUMNISTAS CHIAPANECOS. A. C.
SI NO ES PAREJA; NO ES JUSTICIA…
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