Juan Carlos Cal y Mayor
El secretario de obras públicas del estado, Ángel Torres, acaba de dar a conocer el proyecto de un puente atirantado en el tramo de la torre Chiapas que daría continuidad a los otros pasos a desnivel -uno ya concluido y otro en proceso de construcción, tanto en el libramiento sur como en el libramiento norte.
El ahora popular funcionario, producto de un eficiente manejo en las redes sociales, ha explicado que todas esas nuevas vialidades son producto de un estudio sobre movilidad para agilizar la circulación en la ciudad capital. No es complicado deducirlo si se considera en que esos puntos se generaban cuellos de botella que afectaban la fluidez del tráfico. El libramiento sur desemboca a la altura de “la antorcha” y se frena al entrar por Terán. Por eso se está considerando enrocarlo al libramiento norte a través de otro paso a desnivel que desembocaría después del Reloj Floral. Al parecer ese proyecto seguirá pendiente y que se optó por construir ahora el puente atirantado en el libramiento norte ya en proceso de licitación.
CRÍTICAS
Como toda obra importante de infraestructura con impacto social ya está generando algunas críticas que la consideran innecesaria. No falta quien diga que mejor pavimenten en su colonia. Sus argumentos muy respetables no son necesariamente los mejores y el secretario dice estar dispuesto a discutirlos. Dice que no se conocen aún sus alcances y asumirá esa tarea para justificar su importancia y por ende su necesidad.
En lo personal estoy muy de acuerdo con esos proyectos. Ya era necesario. Sobre todo, para quienes somos usuarios y podemos así ahorrar tiempo para transitar de un punto a otro de la ciudad. Esto sin considerar que parte de los vehículos usan esa vía para atravesar la ciudad y continuar hacia otros destinos.
Por otra parte, hay que considerar todo el proceso de planeación, justificación y gestión de los cuantiosos recursos que se necesitan para la ejecución. No son enchiladas, así como para decidir de buenas a primeras cancelarlos como si fuera tan fácil y solo porque algunos pudieran no estar de acuerdo. Como todo obra genera afectaciones, pero en este caso el impacto es mínimo en relación con los beneficios que traerá la obra.
Por ejemplo, cuando se construyeron los actuales libramientos, por supuesto que hubo quejas y afectaciones. No cabe ni imaginar el caos que sería hoy la ciudad si no contáramos con esas vías alternas. Ahora lo importante es que, como lo ha ofrecido el secretario, las obras se terminen en tiempo y forma. El paso de “La Coca” estaría concluido en noviembre de este año y del otro aún no se tiene fecha. El que ya opera con bastante utilidad es el del libramiento sur donde desemboca el boulevard Serra Rojas.
REDES SOCIALES
Si algo ha caracterizado al secretario de Obras Ángel Torres, ha sido el uso eficaz de las redes sociales a diferencia de otros que son absolutamente desconocidos y por ende no se tiene ni idea de su desempeño. Hay por ahí uno que de repente irrumpió en las redes sociales, medios impresos y una enorme promoción personalizada pero su objetivo es electorero. Es tan obvio como su falta de resultados.
FUTURO
De Ángel Torres no sería de sorprender que pudiera postularse, por ejemplo, a un cargo de elección. Ya se habla de ello. Sería consecuencia de la percepción positiva que se tiene de él. Cuida sin embargo el conducirse institucionalmente adjudicando los resultados de su gestión a su jefe, el gobernador del estado. No especula sobre su futuro. Asume que su tarea es corresponder la confianza que el ejecutivo estatal ha depositado en él. Solo debe cuidar el no transgredir la delgada línea entre la promoción personalizada que sancionan las leyes electorales y su obligación de informar a la ciudadanía lo cual ha hecho eficazmente.
COMUNICAR
Informar y transparentar el ejercicio público. Hacerlo cotidianamente con la capacidad se saber comunicar convincentemente, es una rara habilidad que pocos pueden desarrollar, más si la comparamos con la de otros políticos y funcionarios incapaces de generar empatía publicando boletines a la vieja usanza. No inspiran confianza ni motivan ni emocionan. Así de simple.