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“Los medios de información no son objetivos y no son profesionales” / La última y nos vamos

“Los medios de información no son objetivos y no son profesionales” / La última y nos vamos
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“Los medios de información no son objetivos y no son profesionales”: lo dijo ya sabes quien en ya sabes donde.

Manuel Zepeda Ramos.

Serena, como la profesional que es, correctamente comportada y bien vestida Vanessa Hauc, periodista de Noticias Telemundo se la suelta: tres de cada diez familias de México no tienen acceso al agua todos los días y mas de la mitad de los habitantes de México no tienen acceso al agua todos los días; son los que habitan en las zonas rurales e indígenas, los más vulnerables: es información de Conagua e INEGI. Sus datos nos dicen que muy pronto podría acabarse el agua.
¡Ardió Troya y Aquiles se movilizó como de rayo! El mañanero patrón lanzó agamenónica predecible: Los medios de información no son objetivos y no son profesionales -¡saco! hubiera dicho en mi lejana infancia, desde la gayola del cine Alameda, un domingo en la mañana-.
Y la señora, que se le notan las tablas por los cuatro costados, vuelve a cargar: son sus propios datos y sus propias oficinas.
Y la respuesta, que después de más de cinco años ya ocupa el nicho del lugar común, se oye y se predice sin temor a fallar: pues yo tengo otros datos.
He combatido a la pobreza y en mi gobierno se ha reducido la desigualdad, agrega Él -y yo, digo para mis adentros: tengo otros datos-. Quiere decir que, si así es -interpretación mía-, hay más acceso al agua, a la alimentación y a otros factores. Yo te pido -le dice a Vanessa-, que hagas una revisión más cuidadosa.
La respuesta de la periodista de Noticias Telemundo, es lacónica: He hablado con sus expertos del agua. Ellos me han dicho que las estadísticas de su propio gobierno nos indican que tres de cada diez viviendas no tienen acceso al agua todos los días. Sus datos nos dicen que muy pronto podría acabarse.
Estuvimos en Chiapas, revira Vanessa que empieza a oler a sangre, una población muy vulnerable; muchos de sus habitantes tampoco tienen acceso al agua.
Y, por supuesto, vino el inevitable revire de quien sabe de todo: Chiapas es el estado de México con más agua. El 70% del agua de México está en el sureste. Por eso estamos orientando el desarrollo del país hacia donde hay agua -y digo yo: Dios da el agua, pero no la entuba-.
Entonces, chiapaneco como soy, vecino de Tabasco, me empiezo acordar de cuando su corcholata estuvo en su estado de campaña y con acento tabasqueño -imagínese el ridículo ante una población profundamente crítica, sobre todo de esos asuntos-, dijo que le gustaría ser tabasqueña para ser autoridad y construir más presas en esa tierra como las que ya tiene, enseñando la tarlatana inmisericordemente. Las presas están en Chiapas y si, las tierras tabasqueñas se inundan por desagüe de ellas como cuando el presidente oriundo de Tabasco, hace tres años, ordenó abrir las compuertas de Peñitas para inundar toda una zona indígena depauperada de Nacajuca para no inundar Villahermosa. Me imagino que no se habrán de olvidar.
Va una vez más, algo que no se debe olvidar. Todas las aguas de los ríos de Chiapas, todos los ríos sin excepción, están contaminadas con heces fecales ¿Por qué? porque todos los municipios, sin excepción, descargan a los ríos de Chiapas sus aguas servidas ¿Y por qué? preguntará el impaciente necio: porque casi 120 plantas de tratamiento de aguas residuales que en Chiapas se intentaron construir en los municipios, están sin terminar gracias a la indiferencia de los presidentes municipales que tramitaron presupuesto en la cámara de diputados para ello -San Lázaro, pues-, pero sin “acordarse” que también estaba considerado que los municipios debían operar las plantas con dinero propio y también el pago de sus empleados. Nunca lo hicieron. Por eso no están en operación. Solo la planta de tratamiento de la capital, Tuxtla Gutiérrez, si funciona y muy bien. Solo la de Tuxtla, digo, porque los gobiernos municipales que solicitaron el recurso, eludieron su compromiso de operarlas.
Un último dato.
Así como en Chiapas hay casi 120 plantas paradas por negligencia de quienes fueron presidentes municipales, en todo el país hay más de mil doscientas plantas por el mismo problema.
Lo bueno de todo esto es que la próxima presidente de México: Xóchitl Gálvez Ruiz ya lo sabe porque ya lo averiguó y, por supuesto, lo habrá de solucionar.
De eso, estemos seguros.

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