Home Columnas La máscara / La Feria

La máscara / La Feria

La máscara / La Feria
0
0

Sr. López

Tío Martín, de los del lado materno-toluqueño, se casó con tía Maruca, teniendo amante… y siempre fue infiel. La tía recelaba, le hacía escándalos, pero él mentía mejor que un vendedor de coches usados. Ya llegando a sus bodas de otro, él le dijo: -Ya no le busques, Maruca… ‘pa lo que nos queda, sígueme creyendo… total –tenía razón.

¿Es en serio?… sí, es en serio: doña Xóchitl y compañía, han solicitado al INE la suspensión de la transmisión de las mañaneras del Presidente, hasta que se celebren los comicios; o sea, hasta el 3 de junio. El día de hoy discutirá semejante barbaridad en el pleno del Consejo General del INE.

La petición obedece a las reiteradas intervenciones del Presidente en la campaña electoral en curso. El señor se baila el zapateado en las leyes con tal desvergüenza, que sería ocioso citar qué ha dicho o qué normas ha violado. Igual él va a lo suyo, impulsa a su candidata suya de él y pide abiertamente que se vote parejo, todo para Morena, por tres razones:

La primera, conseguir junto con la presidencia de la república -en la persona de su fiel discípula-, la mayoría de dos tercios en el Congreso para poder hacer charamuscas con la Constitución, a modo de asegurar el regreso del país al echeverriato de los años 70 del siglo pasado, cuando el partido en el gobierno era dueño y señor del país, que es como él concibe el poder: absoluto, sin contrapesos, sin fiscalización, imperial.

La segunda, para una vez conseguido lo anterior, asegurar que el fiscal General de la República, don Gertz Manero, siga en el cargo hasta terminar su periodo el 18 de enero de 2028 (si Dios le presta vida, ahorita tiene 85 de edad), para mantener en el congelador cualquiera de los no pocos expedientes comprometedores que ya están bajo su custodia y junto con esto, mantener la sumisión de la Auditoría Superior de la Federación (que depende de la Cámara de Diputados), para que no se revisen las cuentas ni actos de su gobierno, porque él considera de seguridad nacional su impunidad, la de él (primero, lo primero), la de los suyos y la de sus subordinados, no porque le importe un comino el destino de nadie -que no le importa-, sino porque sabe muy bien que alguien ya enchiquerado, puede abrir la boca y soltar la sopa, tal vez sin consecuencias jurídicas pero sin redención posible ante el inapelable tribunal de la opinión pública, como nos dicen a los del peladaje; piense solo en los más de 15 mil millones de pesos desaparecidos en Segalmex: el Ignacio Ovalle de 79 años de edad, no se va a ir el resto no prolongado de su vida a la cárcel nomás por hacer gala de lealtad.

La tercera, ya seguro de que podrá seguir interpretando su papel de prócer inmaculado, para poder desempeñar el de faro de la ética de gobierno y autoridad máxima de la política nacional, un Juárez viviente, un Madero inmortal, un Cárdenas redivivo, un mesías, que es como se ve a sí mismo, sin saber que mesías según el diccionario (tercera acepción, después del Salvador del pueblo judío y de Jesucristo), es un “sujeto real o imaginario en cuyo advenimiento hay puesta confianza inmotivada o desmedida”. Y de esa manera poder seguir mintiendo hasta que el Señor decida llamarlo a su santo seno, desde donde ya se ve disfrutando su entrada triunfal a las páginas de la historia de México.

De regreso a la petición de suspender las madrugadoras presidenciales, no se crea que la oposición lo dijo a tontas y a locas, hay antecedentes de eso. En las campañas del 2019 en Aguascalientes, Baja California, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Puebla, la Comisión de Quejas y Denuncias dictó medidas cautelares para que concesionarias de radio y televisión suspendieran la transmisión de las mañaneras. Pa’ que se lo sepa.

Pero este menda lo tacha de barbaridad porque en medio del fragor de esta desigual campaña por la presidencia, es regalarle un balón al Presidente quien ya ayer respondió: “¿Cómo nos van a silenciar? ¿Y las libertades dónde quedan? Tengo entendido que el Tribunal resolvió que no es posible hacerlo, sería una violación a la Constitución y un agravio a la libertad de expresión, a la libre manifestación de las ideas (…)”.

Sea o no que viola la ley (que sí la viola), si le cancelaran las mañaneras, el Presidente confirmará ante el respetable la necesidad de meter al aro al INE, desapareciéndolo como lo conocemos, para adscribirlo a la Secretaría de Gobernación, como ha propuesto y como estaba antes, cuando era la Comisión Federal Electoral, una oficina de Gobernación que decidía quién había ganado cualquier elección incurriendo en el afamado ‘fraude patriótico’ o ya muy apurada la cosa, anunciando la ‘caída del sistema’, como hizo Manuel Bartlett cuando ganó Salinas de Gortari las elecciones que todo permite suponer, había perdido contra Cuauhtémoc Cárdenas (el mismo Bartlett que ahora es muy amigo del Presidente, por cierto).

Encima, aparte de ser una barbaridad es una ingenuidad. Es buena la pregunta que hizo, “¿cómo nos van a silenciar?”. Imaginemos que el INE (más bien el Tribunal Electoral), resolviera que se suspendan las mañaneras durante el resto de las campañas… ni modo que crean que con eso el Presidente va a cerrar la boca. No. Al día siguiente inauguraría algo así como las Tertulias desde Palacio, platicando con miembros de su gabinete y diciendo de su ronco pecho, porque se sabe invulnerable; o peor, realizando diario entrevistas a modo con periodistas a modo, transmitiéndolas por todos los medios a su alcance.

Por otro lado: las mañaneras hay que dejarlas como están, no las ve nadie… bueno, casi nadie, por ahí de 100 mil tenochcas despistados, no los diez millones que nos dicen que todos los días, de rodillas frente a la tele, beben las palabras presidenciales. Para nada. Es mentira, otra mentira. Igual que su popularidad.

Doña Xóchitl hace mal en perder el tiempo, con esto. Ni lo va a conseguir ni le van a ganar con mañaneras. Le van a ganar con mentiras si no le apura a quitar a doña Sheinbaum la máscara.

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *