Home Cultura La fábula del pato

La fábula del pato

La fábula del pato
0
0

Muchas gracias por acompañarme una semana más, hoy les presento una pequeña fábula que creo encontraran muy cercana a nuestra realidad.

Durante muchos años, la otrora prospera isla, conocida como Villa del Café, fue regida por los embaucadores patos, quienes consiguieron el poder abusando de la buena voluntad e ingenuidad del resto de las aves parlantes que la habitaban, a través de sus bellas palabras, embustes y promesas vacías, durante más de siete largas décadas, se mantuvieron en el poder, logrando que Villa del Café, a pesar de toda su riqueza natural, cayera en la hambruna y decadencia.

Mas llegó un día, en que cansadas de soportar aquel imperio de la infamia, las aves se unieron y desterraron a los patos, sin embargo, uno de ellos, muy habilidoso y astuto, decidió disfrazarse de paloma y de tal manera se presentó ante la asamblea de aves llenándolas de bellas palabras que prometían la esperanza de un mejor futuro, mas, su burdo disfraz fue descubierto por un ruiseñor, quien de inmediato le advirtió a todos sobre el embuste del pato, pero la farsante y taimada ave, previendo aquel contratiempo, había conseguido un título universitario que lo acreditaba como pato; ante ello, a pesar de que en un inicio había incertidumbre, al final, el hablantín pato, aprovechándose de su ingenuidad, terminó por convencerles que él no era más que una blanca paloma.

Pasaron seis largos años en los que Villa del Café siguió sumida en la miseria y en los que al fin todos terminaron por darse cuenta que nuevamente habían caído en las mentiras de los patos, por lo que cansados de ellos se aprestaron a elegir a un nuevo líder, fue en ese momento cuando, desde tierras lejanas, se presentó ante ellos un joven pavón, cuyo plumaje lucía un tanto extraño, por ello y al ver que el recién llegado llevaba una disipada vida de francachelas, el quetzal de inmediato advirtió que se trataba de otro de los disolutos patos que pretendían engañarlos de nueva cuenta, más la taimada ave con gran elocuencia y desparpajo les señaló que el tan solo era un inocente pavón, cuya familia siempre había vivido entre el sabinal de Villa del Café; las ingenuas aves fueron engañadas de nueva cuenta y le cedieron su voluntad al sinvergüenza pato, quien durante seis años, se dedicó a endeudar a Villa del Café, mientras él se dedicaba a una vida de libertinaje.

Entre la ruina total, las aves no tuvieron más remedio que elegir a un nuevo líder, en ese momento se presentó ante ellas un pequeño canario, de extraño y rubio plumaje, ante lo ocurrido con el pavón, la recién llegada ave generó desconfianza, mas, con mucha habilidad el pato les señaló que él no era más que un canario, cuyo distinguido abuelo siempre había vivido en Villa del Café, pero ante la repentina muerte de su padre tuvo que partir para ser criado bajo el esfuerzo de su tenaz madre; las aves se conmovieron ante aquella historia y a pesar de las advertencias de un zanate, que apuntó que el imberbe mozuelo solo pasaba su tiempo entregado a una vida de frivolidad, en lugar de entrar en razón el resto de aves se limitaron a tildar de envidiosa a la ave de brunas plumas e ignoraron su aviso.

Seis trágicos años después, las aves pudieron notar que el canario no era otra cosa que un pato que les había dejado más miseria mientras el se marchaba lleno de riqueza, ante la devastación que imperaba en Villa del Café, se escucharon llantos y reclamos entre las aves, quienes maldecían su mala ventura, unos a otros se preguntaban que habían hecho para merecer ese terrible destino, porqué habían sido abandonados por cualquier tipo de suerte.

Una vieja lechuza, desde la rama en que se ubicaba, empezó a llamar la atención del resto de las aves, cuando por fin todos le prestaron atención les dijo:

“Dejen de lamentarse y de culpar a la suerte o al destino, ustedes se negaron a escuchar al ruiseñor, al zanate y al quetzal; en los años venideros se presentaran ante nosotros otros con falso plumaje, por lo que siempre deberán estar atentos, que… si anda como pato, grazna como pato y vuela como pato, no puede ser nada más que un pato.”

Nos leemos el próximo viernes, no se dejen sorprender en los próximos meses por infinidad de patos que aspiran llegar a una curul o a una alcaldía. En febrero damos comienzo al taller en línea de creación literaria, informes al 961 4 79 17 61 y en marzo estará disponible la edición infinito de mi libro Para decir adiós: Las dos princesas, en la próxima columna les contaré un poco al respecto. Todo comentario será bienvenido en Facebook, Instagram o al correo electrónico ysinembargosemuevecolumna@gmail.com, también pueden estar pendientes de próximos proyectos y algunos escritos e ilustraciones dentro del canal de mi Whatsapp.

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *