* La candidata enfrenta señalamientos de su contrincante Santiago Taboada sugiriendo que adquirió un inmueble por 339 pesos.
La polémica envuelve la campaña electoral en la Ciudad de México, con acusaciones y aclaraciones sobre el valor de la vivienda de la candidata Clara Brugada, postulada por la coalición Sigamos Haciendo Historia. Santiago Taboada, candidato de la alianza Va por la Ciudad de México, había señalado que Brugada había adquirido un inmueble por 339 pesos. Sin embargo, Brugada aclara que este monto corresponde a la escrituración del domicilio, no a su costo real.
En una entrevista con Ciro Gómez Leyva para Por La Mañana, Brugada detalló que el pago de 339 pesos fue parte del proceso de escrituración de su domicilio en la colonia San Miguel Teotongo, en Iztapalapa. Explicó que este valor fue asignado por programas de regularización territorial implementados por la Comisión para la Regulación de la Tenencia de la Tierra (CORET). Brugada resalta que este procedimiento es común en zonas expropiadas por el gobierno, y que cientos de miles de familias en la ciudad se beneficiaron de estos programas.
Las declaraciones de Brugada se producen en medio de una intensa campaña electoral, donde las acusaciones entre candidatos son moneda corriente. En el primer debate entre candidatos a la jefatura de gobierno, Taboada había destacado la documentación relacionada con la vivienda de Brugada, generando una disputa pública entre ambos contendientes.
Brugada también cuestiona el accionar de Taboada, acusándolo de utilizar su posición pública para beneficiarse en contratos privados. Afirma que Taboada vendió un domicilio a un valor tres veces mayor al original, luego de adquirir un crédito de 5 millones de pesos. Esta controversia refleja la tensión política en la ciudad, donde los candidatos aprovechan cualquier oportunidad para desacreditar a sus oponentes.
La candidatura de Brugada se ve afectada por estas acusaciones, que buscan socavar su integridad y transparencia. Sin embargo, ella reitera su compromiso con la legalidad y la ética en sus acciones, y busca despejar cualquier duda sobre su idoneidad para el cargo. En un contexto de creciente escrutinio público, Brugada enfrenta el desafío de mantener su imagen y reputación intactas ante los votantes de la Ciudad de México.