* Denunciaran ante la CEDH la suspensión del suministro de agua potable por negarse a participar en festividades católicas
Redacción / Alfaro Noticias
En la comunidad de Tajalná, municipio de Zinacantán, persisten tensiones religiosas luego de que 21 habitantes evangélicos denunciaran la suspensión del suministro de agua potable como represalia por negarse a participar en celebraciones y actividades católicas comunitarias.
Las familias afectadas señalaron que las presiones para colaborar en cargos y rituales tradicionales se han mantenido durante años, pero el corte del servicio marcó una escalada en el conflicto interno. En la región, la participación obligatoria en festividades continúa siendo un punto de fricción entre quienes mantienen la organización tradicional y quienes practican otros credos.
Autoridades comunitarias y municipales sostuvieron una reunión con las partes involucradas, acompañadas por organizaciones civiles y la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), que registró la queja y acudió como observadora. Durante el encuentro se insistió en que las diferencias religiosas no deben derivar en restricciones a servicios esenciales ni en sanciones comunitarias.
Como resultado del diálogo, se acordó restablecer el suministro de agua y promover el respeto a la libertad de culto dentro de la comunidad. Sin embargo, habitantes evangélicos reportaron que el servicio aún no se ha regularizado por completo.
Casos similares se han documentado en otras localidades de la región Altos desde hace varias décadas, incluyendo agresiones y desplazamientos dirigidos contra personas que profesan una fe distinta a la mayoritaria. Organizaciones religiosas y de derechos humanos han señalado que estos conflictos se repiten pese a la intervención gubernamental.
