- La revolución digital transforma la forma de practicar el turismo con grandes oportunidades.
Noé Juan Farrera Garzón
La forma de viajar ha cambiado, en una época donde la tecnología es parte de nuestra vida cotidiana, el turismo también se reinventa. La transformación digital en este sector en todo el mundo, es un proceso en crecimiento que no solo mejora la experiencia del visitante, sino que también fortalece la sostenibilidad, accesibilidad y gestión inteligente de los destinos.
Lugares con un rico patrimonio cultural como Chiapas, tienen ante sí una gran oportunidad de integrar estas innovaciones y llevar la experiencia turística a un nuevo nivel.
Esta transformación abarca múltiples aspectos. Desde la digitalización de servicios como la reserva en línea de vuelos, hoteles y tours, hasta el uso de inteligencia artificial con chatbots que atienden consultas en tiempo real. También se emplean tecnologías como el Big Data, que analiza el comportamiento de los viajeros para ofrecer experiencias personalizadas; o el Internet de las Cosas, que mejora la seguridad y confort mediante dispositivos conectados, ideales para hoteles inteligentes o recorridos con guía automatizada.
Otro componente que está marcando tendencia es la realidad virtual y aumentada, la cual permite a los turistas explorar un destino desde casa, antes de decidir visitarlo, o enriquecer su experiencia en el lugar, por ejemplo, viendo cómo era un sitio arqueológico en su época de esplendor.
Además, el uso del blockchain ha comenzado a implementarse en sistemas de pago seguro, verificación de identidad y reservas transparentes.
En el ámbito ambiental, la transformación digital también promueve el turismo sostenible. El uso de sensores para regular el consumo energético, o aplicaciones que ayudan a reducir el desperdicio y el impacto ambiental en zonas protegidas, se alinean con las nuevas exigencias del viajero consciente.
Varios destinos de América Latina ya están implementando estos avances. Chichén Itzá, en México, ha incorporado aplicaciones móviles para enriquecer la comprensión de su historia y arquitectura. En Machu Picchu, Perú, la digitalización del sistema de entradas ha contribuido a preservar el sitio al limitar el acceso y evitar el sobrecupo.
En Tikal, Guatemala, se han iniciado esfuerzos para digitalizar la experiencia de los visitantes y garantizar un acceso más inclusivo e informativo.
La diferencia entre el turismo convencional y el turismo digital radica en la experiencia: antes, el viaje empezaba al llegar al destino; hoy, puede comenzar desde casa, con un recorrido virtual o un asistente inteligente que responde en segundos. El turismo convencional se basaba en guías impresos, recomendaciones boca a boca y agencias físicas; ahora, todo eso se ha trasladado a la nube, permitiendo a los viajeros planear, reservar y experimentar sus vacaciones de manera personalizada, rápida y sustentable.
Chiapas, con su vasta riqueza cultural, natural y arqueológica, tiene el potencial de convertirse en un ejemplo del turismo del futuro. Apostar por esta transformación digital no solo es una tendencia, es una necesidad para atraer a nuevas generaciones de viajeros que buscan más que paisajes: quieren conexión, conciencia y experiencias memorables.
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