
- La Estatua de la Libertad de Tuxtla Gutiérrez
Noé Juan Farrera Garzón
Desde hace un siglo, una escultura se erige en el centro de Tuxtla Gutiérrez, testigo silencioso de la historia de la capital chiapaneca. Se trata de la Estatua de la Libertad, también conocida como “La Libertad Tuxtleca”, una obra que, pese a su valor patrimonial, ha sido relegada al olvido tanto por la ciudadanía como por las autoridades.
Ubicada en el parque central de Tuxtla Gutiérrez, esta figura de mármol de casi dos metros de altura representa a una mujer que ha roto sus cadenas en señal de libertad. Según el historiador Roberto Ramos Maza, la escultura es un emblema de identidad y fortaleza para el pueblo tuxtleco, un recordatorio constante de la lucha por la libertad y la justicia.
A lo largo de los años, la estatua ha sufrido múltiples traslados e incluso pasó un tiempo almacenada en una bodega, lo que evidencia la falta de reconocimiento y conservación de este importante símbolo histórico. Sin embargo, su relevancia ha sido reivindicada por iniciativas como el recorrido Sendero de la Memoria, promovido por Ramos Maza, que inicia precisamente en este punto, para recordar la riqueza cultural e histórica de la ciudad.
Es fundamental que la ciudadanía y las autoridades revaloren el significado de la Estatua de la Libertad de Tuxtla, rescatándola del abandono y reconociéndola como parte del patrimonio de la capital chiapaneca y se incluya en el recorrido de los atractivos históricos del turismo que visita a la capital.