Jose Juan Balcázar
Cuando el poeta Efraín Bartolomé llamó por teléfono para plantearme la idea de presentar Corte de Café en la terraza de Café Totico mi corazón se alegró. Qué propuesta tan generosa y maravillosa. Empezó entonces la organización. Efraín y Pillita no dejan nada a la improvisación. Todo perfecto como sus poemas, todo en su lugar como su impecable barba blanca.
Reunidos Rodrigo Ramón Aquino, Guadalupe Belmontes Stringel, el poeta y yo distribuimos tareas. Pillita anotó todo. Cada paso y cada paso se cumplió la noche de la presentación. Fluyó la poesía, rondó entre todos el sentimiento más íntimo de la palabra, el olor del café, los abrazos y la amistad que se funda en la poesía del más grande poeta de nuestra tierra y de nuestro tiempo.
A Rodrigo Ramón Aquino, Héctor Cortés Mandujano, Pillita y Efraín mi gratitud eterna por esta noche inolvidable, por este día en que la explanada de Casa de las Artesanías se iluminó de las más clara, las más profunda y las más amada poesía que viene de las entrañas del atanor, que se nutre de selva, de ceiba, de río, de monos, zaraguatos, jaguar, cafetales, del escándalo oscuro del cabello de la mujer amada, del amor-dolor de cuadernos contra el ángel, del río que nace de las montañas y viaja, testamentum abajo, hacia el amor al mar y a los sueños.