* Piden la regularización de la actividad para recuperar los empleos perdidos y reactivar la economía local.
Redacción / Alfaro Noticias
Galleros han manifestado su preocupación por la suspensión temporal de las peleas de gallos, una actividad que, según ellos, ha sido una fuente de empleo y tradición durante años. La prohibición, que afecta a más de 4 mil trabajadores en las regiones Costa, Soconusco y Sierra, ha obligado a muchos a vender sus animales a precios bajos, incluso fuera del país, lo que ha resultado en pérdidas de hasta un 50 por ciento. Algunos han optado por trasladarse a Oaxaca, donde aún se realizan eventos, lo que ha incrementado los costos adicionales en transporte y hospedaje.
En entrevista para el Diario del Sur, Alejandro Altúzar, coordinador de la zona Costa y Sierra de la Sección Nacional de Aves de Combate, y Efraín Rábago, presidente de la organización, destacaron que las peleas de gallos no solo representan una tradición, sino también una actividad que genera empleo local. En cada evento se requieren al menos 40 personas para tareas como el servicio de meseras, jueces y limpieza, lo que representa una pérdida aproximada de 30 mil pesos cada fin de semana.
A pesar de la suspensión, los galleros señalaron que, en más de diez años, no se ha registrado ningún incidente violento relacionado con las peleas en la región. Además, subrayaron que han estado involucrados en acciones altruistas, como el apoyo a personas con discapacidades y la organización de festividades comunitarias, lo que evidencia su compromiso con el bienestar social.
Ante la crisis económica que enfrentan, los galleros han solicitado la posibilidad de regularizar la actividad, cumpliendo con todos los requisitos legales establecidos, para poder reanudar las peleas de gallos de manera formal y evitar mayores pérdidas. Argumentan que la reactivación de este sector es fundamental no solo para preservar la tradición, sino también para recuperar los empleos perdidos.
Por su parte, los afectados esperan que las autoridades estatales tomen en cuenta las repercusiones económicas de esta prohibición y encuentren una solución que permita reactivar la industria de las peleas de gallos, protegiendo tanto a los trabajadores como la economía local. Los galleros chiapanecos continúan en la espera de que el gobierno estatal regule la actividad para permitir su regreso a las prácticas legales, lo cual sería crucial para recuperar las fuentes de ingresos que dependen de esta tradición en las comunidades del estado. Con informacion del Diario del Sur.