* Aunque la mayoría busca continuar su viaje hacia la Ciudad de México, algunos migrantes están evaluando la opción de quedarse en el estado.
Redacción / Alfaro Noticias
La caravana migrante que partió esta semana desde la frontera sur de México se encuentra estancada en el municipio de Escuintla, debido al agotamiento y a los bloqueos implementados por las autoridades. La caravana cuenta con aproximadamente mil 500 personas que esperan reponer fuerzas antes de continuar su viaje hacia la Ciudad de México, a pesar de la presencia de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional. Según Eliezer, vocero del grupo, dos personas fueron entregadas a las autoridades debido a la fatiga extrema y ampollas en los pies, pero la mayoría de los migrantes sigue con la intención de avanzar.
Eliezer hizo un llamado al Gobierno mexicano para que brinde asistencia humanitaria, especialmente agua, para que los migrantes puedan continuar su camino. En este sentido, subrayó la disposición de los integrantes de la caravana para hacer lo necesario para seguir adelante. Sin embargo, algunos migrantes han comenzado a reconsiderar sus opciones, contemplando la posibilidad de quedarse en Tapachula o en otras localidades del sur del país si el gobierno les ofrece garantías de seguridad y empleo.
José Gregorio Campos, un migrante venezolano que viaja con su familia, relató su experiencia en Tapachula, donde trabajó como barbero durante dos meses para poder sostenerse, pero indicó que la falta de oportunidades laborales estables hace que la situación sea insostenible. Otros migrantes comparten su preocupación por la inseguridad en su camino hacia el norte, y algunos consideran la opción de quedarse en el sur si encuentran oportunidades laborales que les ofrezcan una estabilidad.
Por otro lado, el hondureño Marvin, quien también forma parte de la caravana, expresó que la mayoría de los migrantes busca un futuro mejor y que estarían dispuestos a quedarse en el sur si las autoridades mexicanas les ofrecen trabajos bien remunerados. Aunque muchos desean llegar al norte, la falta de oportunidades y el temor por la inseguridad han llevado a algunos a reconsiderar su destino.
En respuesta a la situación, agentes del INM han llegado a Escuintla para ofrecer traslados a los migrantes. Las autoridades han propuesto llevar a las familias a Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado de Chiapas, mientras que los hombres solos serían trasladados a la vecina entidad de Campeche. Sin embargo, muchos migrantes temen que estos traslados los alejen aún más de su objetivo final.
La situación ocurre en un contexto de creciente tensión migratoria, luego de que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, asegurara que las caravanas “ya no llegan” a la frontera con Estados Unidos. Este mensaje se dio en medio de las presiones internacionales y las amenazas de aranceles por parte de Estados Unidos si México no frena el flujo migratorio. Los migrantes, mientras tanto, siguen buscando alternativas en su ruta hacia el norte, mientras algunos evalúan quedarse en el sur si las condiciones lo permiten. Con información de Forbes.