Rodulfo Reyes
Frente a los actos de terror originados por la delincuencia, el gobierno de Tabasco, aunque ha mantenido la lucha sin bajar la guardia, no ha convocado aún a todas las fuerzas políticas para dar la batalla en un solo frente.
Ya van 20 días desde que Javier May Rodríguezempezó a despachar en Plaza de Armas y los criminales no han dado tregua y, al contrario, han mantenido su estrategia de dar golpes que a todas luces buscan sembrar miedo más que causar bajas entre las fuerzas del orden.
Si bien prácticamente es inexistente en el estado, la oposición solo se ha concretado a dar golpes mediáticos al gobierno, pero sin aportar ideas para zanjar el problema.
Acaso sin pretenderlo, los adversarios del régimen se han puesto de lado de los que piden la cabeza del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, general Víctor Hugo Chávez Martínez, creando la percepción de que participan en la misma estrategia antagonista.
Según se ha podido apreciar en las imágenes logradas por cámaras de empresas privadas, recae en un par de sujetos en motocicleta la responsabilidad de incendiar vehículos situados en zonas donde no hay vigilancia.
En la quema de negocios también se usa a civiles, estos sí armados, que rocían combustible y luego prenden fuego, aunque por lo general respetan la integridad de los empleados y de los clientes.
En realidad, hasta el momento no se ha agredido a la población civil, y los daños son colaterales, como sería el caso de las pérdidas totales de los coches incendiados y el pago del deducible de los negocios siniestrados.
En estos últimos casos ha llamado la atención de que la principal empresa abarrotera afectada es la que a principios del gobierno anterior de Adán Augusto López Hernández, fue la que logró un millonario contrato con la administración para canjear los vales de despensa gubernamentales para los burócratas estatales, aunque el sindicato boicoteó el negocio.
¿Qué hay detrás del mensaje de que solo están prendiéndole fuego a la compañía favorecida por el pasado gobierno?
En menos del mes que lleva el gobierno de May, la administración literalmente se la ha pasado apagando fuegos.
A diferencia del año pasado que el gobierno federal mandó un contingente de tres mil efectivos castrenses para enfrentar a la delincuencia, que a finales de diciembre pasado mostró su fuerza, esta vez no ha habido envío de tropas.
No quiere decir esto que la administración de Claudia Sheinbaum Pardo haya dejado solo al edén, pues es sabida la cercanía entre la Presidenta y el mandatario tabasqueño.
