Día Internacional de la Mujer: Persiste desigualdad de género en el mercado laboral, mexicanas ganan 15% menos que hombres
* Las mujeres en México ganan hasta mil pesos menos que los hombres por un trabajo en la misma categoría, tienen una tasa de informalidad laboral del 53%, y dedican el 65% de su tiempo a tareas domésticas, contrastando con el 30% de los hombres.
Daniela Alfaro
A pesar de los avances en la lucha por la igualdad de género, las mujeres en México siguen enfrentando dificultades significativas en el mercado laboral. Los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por el INEGI muestran que, aunque representan la mitad de la población, solo constituyen el 40.6 por ciento de la fuerza laboral. Este desequilibrio se refleja aún más en estados como Chiapas, donde la economía agrícola limita las oportunidades para las mujeres.
La desigualdad se manifiesta de diversas maneras, incluida la brecha salarial. En promedio, los hombres ganan 15 por ciento más que las mujeres por un trabajo en la misma categoría. La diferencia de ingresos entre hombres y mujeres en México es amplia, los hombres en promedio ganan aproximadamente 8 mil 473 pesos mexicanos, mientras su contraparte femenina 7 mil 281 pesos.
Sin embargo, no es el único problema que aqueja a las mujeres, ya que uno de los principales retos a superar es la informalidad, que afecta más notablemente al género femenino. La tasa de informalidad en el país en el tercer trimestre de 2023 fue 6.05 puntos porcentuales superiores en dicho género que en el masculino. En el tercer trimestre de 2023, la tasa de informalidad entre las mujeres mexicanas representó al 53.32 por ciento de trabajadoras, mientras entre los hombres, la cifra fue de 47.27 por ciento.
Pero la disparidad va más allá de los salarios, en 2022, las mujeres mexicanas dedicaron 65 por ciento de sus horas semanales a las tareas domésticas y de cuidado a las infancias, con la drástica comparación del 30 por ciento que los hombres destinaron a las mismas actividades según un estudio de la firma de estadísticas Statista . Esta carga desproporcionada de responsabilidades no remuneradas impone una doble jornada a las mujeres, dificultando su participación y avance en el ámbito laboral.
Para abordar estas desigualdades arraigadas, se necesitan medidas concretas y políticas enfocadas. La formalización del empleo es esencial, así como la implementación de programas de igualdad de género que promuevan la inclusión y el empoderamiento de las mujeres en todos los sectores. Además, es fundamental desafiar las normas culturales y sociales que perpetúan la división del trabajo por género y promover una redistribución equitativa de las responsabilidades domésticas y de cuidado.
