Sr. López
Tío Elías, de los de Toluca, fue un tirano que dio la vida negra a su mujer, tía Carmen, y sus cinco hijos (de ellos, tres varones), con el agravante de que siendo adinerado, era más avaro que Ebenezer Scrooge. Los hijos hombres, llegando a los 13 ó 14 de edad, huyeron de esa casa de los horrores a trabajar de lo que fuera; las dos niñas, en cuanto núbiles, con el primero que les dijo “mi alma”, se fueron sin trámites previos. Cuando tía Carmen se dio cuenta que ya no le quedaba un hijo en casa, se fue a vivir para siempre con la abuela Virgen, la de los siete embarazos. El tío quedó proscrito para toda la familia. Enhorabuena.
Un indicador infalible de lo bien o mal que está la situación en un país, es la emigración. Si de un país sale mucha gente buscando establecerse, como sea, chueco o derecho, en otra nación, en ese país emisor de migrantes las cosas andan mal. Nadie abandona su familia, su patria, su todo, por darse el gusto de sufrir en tierra ajena.
Para nuestras autoridades parece que solo existe el problema de los migrantes de otros países que vienen rumbo a los EUA, sin ni mencionar el serio asunto de los mexicanos que dejan nuestra tierra, tal vez porque el gobierno federal considere que esos mexicanos que huyen del país dejan de ser problema, y que con su pan se lo coman y que los gobiernos de dónde llegan, se las arreglen como puedan, total.
Con toda lógica no es fácil encontrar datos duros verificables sobre el número de migrantes mexicanos ilegales (que decirles ‘indocumentados’ es de una insultante corrección política, son ilegales porque no respetan la ley de los países a que llegan, sin trapitos calientes). En cambio, sobre los que se van con sus papeles en orden sí hay información oficial, también con toda lógica.
De acuerdo a los registros del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, desde el inicio de la presente administración a febrero de 2021, se largaron de México con sus documentos migratorios en regla, 610 mil personas, lo que no dice nada hasta que se entera uno que eso sucedió en poco más de dos años y es un 19% más que en el mismo periodo que en el gobierno anterior, el de don Peña Nieto. Muy raro, si “el pueblo está feliz, feliz, feliz”.
Sobre los que se van a la aventura, sin papeles ni nada, da vergüenza tener que recurrir a lo que reporta el gobierno de los EUA porque el nuestro o no sabe o no le da la gana informar nada. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de ellos (CBP por sus siglas en inglés), de enero a junio del 2021, el número de mexicanos que intentaron cruzar la frontera se incrementó el 899.2%; y la misma CBP con información de su Patrulla Fronteriza, estima en 580 mil el número anual de mexicanos que intentarán entrar a ese país, y reportan también que es una cantidad no vista desde 2008. Para estar felices, felices, felices, algo no checa.
Lo que no checa son las verdades oficiales y los otros datos, frente a la realidad, siempre indiferente a deseos y aspiraciones, mentiras y disimulos: la realidad es la realidad (sabio este menda, le digo). Va una refrescada de memoria:
Durante el gobierno de Calderón, las personas en pobreza extrema, esos que sufren hambre, eran unas 11 millones 400 mil personas; en el periodo del campeón de la impopularidad, don Peña Nieto, la gente con hambre bajó a por ahí de 9 millones 300 mil… y como son dudosos (con fundamento) los datos oficiales sobre qué está pasando durante este gobierno, hay que buscar información de alguna organización libre de toda sospecha de ser enemiga de la maravillosa cuarta transformación nacional que estamos experimentando, locos de contento, por ejemplo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dependiente de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), la que nos hace saber que ahora el número de personas en pobreza extrema en México, es superior a 20 millones de conciudadanos con la panza pegada al espinazo. Y huyen. Por supuesto.
Más mala cara se pone al enterarse uno de que el flujo migratorio de mexicanos con destino a los EUA, disminuyó durante diez años, coincidiendo con los gobiernos que tanto asco dan a la 4T, los de Calderón y don penas Peña, a tal grado que el saldo migratorio fue negativo pues regresaron a México más de los que se fueron.
Los 580 mil migrantes anuales que estima la CBP, son la cifra de los que detienen en la frontera y regresan de inmediato a México, siendo del todo imposible saber cuántos consiguen burlar a la Patrulla Fronteriza, pero no es difícil que sean muchos más (digo, son 3,169 kilómetros)… más los migrantes legales, estamos hablando de tal vez unos 800 mil mexicanos al año que dejan el país.
Por esto es que se aguantaron la risa en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando nuestro Presidente el 9 de noviembre de 2021, les presumió los resultados de lo que llamó su “fórmula” para atender el problema migratorio, que según él, ha arraigado a la gente en sus comunidades, evitando que migren por falta de oportunidades. Y les confió que:
“Hace poco le expuse respetuosamente al presidente Biden una nueva forma de enfrentar el fenómeno migratorio (…) le propuse aplicar de inmediato en tres naciones hermanas dos programas que nosotros estamos llevando a cabo con éxito en Chiapas (…) estamos plantando allí 200 mil hectáreas de árboles frutales y maderables y ese programa da trabajo a 80 mil sembradores (y) trabajan como aprendices 30 mil jóvenes que reciben un salario mínimo para capacitarse en talleres, empresas y otras actividades productivas y sociales. Si estas dos acciones se aplicaran de inmediato en Guatemala, Honduras y El Salvador, se podría lograr que permanezcan en sus países unas 330 mil personas que hoy están en riesgo de emigrar por falta de trabajo”.
Y tan fresco, sin darse por enterado que en su gobierno, centenares de miles de mexicanos por año huyen del país, tomando de la mano a doña Sheinbaum, continúa su marcha triunfal.