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Ya se supo / La Feria

Ya se supo / La Feria
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Sr. López

Tía Jose (así, sin tilde), era de las de Toluca, católica de alto octano y presa del qué dirán. Se casó con tío Neto, un veracruzano alegre y travieso (usted entiende). Tuvieron solo hijas, cinco, y por esas cosas de la vida, todas salieron traviesas, de faldas ligeras, pues, y la tía, ya que sus regaños de larga duración no las aquietaban, lo único que le pedía era que fueran discretas: -Que no se sepa, que no se sepa -les rogaba, pero todo Toluca estaba al tanto; además de que era muy difícil creerle a tía Jose que seguía teniendo hijos que todos sabíamos eran sus nietos.

Antier, 21 de octubre, contra el discurso oficial de que vamos bien y vamos a ir mejor; contra la victoria anticipada de la construcción del segundo piso de la transformación nacional; contra el cínico festejo de la mejora en seguridad pública, desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU), echaron un torrente de agua helada que anegó Palacio Nacional.

Por primera vez en la historia, el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, anunció que por indicios bien fundados de que la desaparición forzada se practica de forma generalizada o sistemática en México, aplicará el artículo 34 de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, de la que México forma parte. Nunca a ningún país se le ha aplicado eso.

Lo anterior significa que después de oír las explicaderas de nuestro gobierno, el Comité ese, “podrá llevar la cuestión, con carácter urgente, a la consideración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, por medio del Secretario General de las Naciones Unidas”.

Si eso pasa, nada pasará, pero México recibiría una rechifla de todos los países del mundo. Nos pondrán en la picota de la vergüenza, como prescribió en elsiglo XIII, Alfonso X, para deshonra y castigo de los delincuentes. Qué vergüenza.  Aunque queda un tristeconsuelo: con esa declaración los responsables pueden acabar ante la Corte Penal Internacional. No lo veremos.

Así las cosas, el gobierno hizo lo que siempre hace: hablar. El representante de México ante la ONU, dijo que no está de acuerdo, pos no. El argumento es que en nuestro risueño país, “no hay política que permita, promueva o consienta las desapariciones forzadas”, pos claro, nomás faltaba.

Se queda uno pensando si creen que sus babas van a marear a la ONU. No se necesita que haya una política oficial de desapariciones, no, el artículo 2 de la Convención, define que se entenderá por desaparición forzada responsabilidad del Estado (el gobierno), cuando personas o grupos de personas actúan con la “aquiescencia del Estado”.

La aquiescencia la precisa el Comité en su documento CED/C/10 (párrafos 2 al 8, para que no batalle), que en el punto 5 dice que por eso se entiende que el Estado tenía razones para conocer o debía conocer la comisión de una desaparición forzada por personas o grupos de personas y lo tolere por omisión, por desentenderse. Más claro lo pone en el punto 6: hay aquiescencia “cuando existe un cuadro persistente conocido de desaparición de personas y el Estado no ha adoptado las medidas necesarias para impedir nuevos casos de desaparición e investigar a los autores y llevarlos ante la justicia”.

Señoras y señores cuatroteros, no se escapan, son aquiescentes, permiten, toleran, son permisivos, son culpables. Ahora va a resultar que la ONU es opositora, conservadora, fifí, ‘comentócrata’. Está bien.

Algún cuatrotero de buena fe (hay de todo), pensará que la ONU se anda metiendo en lo que no le importapero eso se puede pensar solo si ya tiene uno cauterizada la conciencia. Dejemos para mejor ocasión otros varios rubros de atrocidades del primer piso sin construir y el segundo en construcción, nada más esto, lo de los desaparecidos, espanta al mundo.

Oficialmente, según la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación, son 133,146 desaparecidos y debemos estar absolutamente seguros que en este caso (y solo en este caso), el gobierno no nos miente; 133,146 desaparecidos, son su mejor mentira. Ni pensar de qué tamaño será la realidad.

Para calibrar la barbaridad de esto, no se le olvide quea fines de agosto de este año, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, informaron que en todo el mundo tienen reporte de 284,000 desaparecidos. Piénsele, México solito, tiene el 47% de desaparecidos el mundo (y cuidado, en la ONU anda bailando una cifra extraoficial de desaparecidos en México, que ronda los 284 mil, ¡cuidado!).

Pero es muy cierto que no todos los desaparecidos son de tiempos cuatroteros, no, que el registro nacional se empezó en el año 2007. Muy bien, pero entonces tome nota: las desapariciones por año en el sexenio de Fox, fueron 152; con Calderón, 2,815; con Peña Nieto, 5,447; con el Pejehová, 9,545; y en su primer año, la señora del bastón de caramelo, lleva 14,761 (cifra OFICIAL)… de ese tamaño es la atrocidad de estos aquiescentes.

Se debe advertir que en el sexenio del Señor de Badiraguato, según el registro OFICIAL, desaparecieron 51,703 personas, súmele los de doña Sheinbaum, da 66,464… el pavoroso 49.91% del total de desaparecidos en estos siete años de transformación, respecto del total de 18 años en que se lleva registro oficial. La mitad en estos tiempos en que ya nos va bien y nos va a ir mejor.

Son números de horror. La dictadura militar en Argentina desapareció en casi ocho años a 3,750 por año, compare con los 14,765 de la señora de Palacio. En dos años de guerra y bombardeos, en Gaza han desaparecido 7,200 por año, compare, compare.

Presume doña Sheinbaum que respecto de su antecesor, los homicidios ya disminuyeron 23% pero cosa rara, las desapariciones crecieron el 54%. No se deje anestesiar la conciencia, lo que pasa en México es una atrocidad que rebasa toda expectativa aún en países en guerra y el gobierno, estos de los últimos siete años, empeñados en ocultar, negar, rogando a Dios que no se sepa.

Bueno, no gobiernan, ese es el fondo y ya se supo.

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