Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen, la caída de Windows exhibe la vulnerabilidad de billones de personas y millones de empresas dependiente de esas plataformas que hoy, también nos controlan política, económica y socialmente como si fuese un mega cerebro oprimiendo botones a voluntad mientras nos espía en “segundo plano”. ¿Qué sucedió? Y ¿Qué nos espera?
El pasado jueves 18 de julio, a los primeros minutos de la caída de Windows, la Administración Federal de Aviación (FAA) reportaba la suspensión del 30% de sus vuelos; el viernes por la mañana, la FAA también anunció la suspensión de todos los vuelos de Allegiant y SunCountry dejando en tierra a miles de pasajeros, incluidos los de México, quienes incrementaron las ventas de las arrendadoras de automóviles al optar por la vía terrestre.
Microsoft declaró reconoció “fallas con las operaciones de gestión de servicios y la conectividad o la disponibilidad de los servicios” y la afectación a clientes de toda China, muchos de los cuales experimentan una “pantalla azul” que muestra un mensaje de errordespués de instalar el software antivirus de terceros “. Tiendas de autoservicio, bancos, hospitales, universidades, empresas, medios de comunicación de gran parte del mundo reportaban fallas ante la impotencia por no poder resolver nada.
La vulnerabilidad del mundo pendía de un hilo ante la dependencia del Windows quien parecía cerrarnos la ventana en lo que se considera el mayor apagón de la historia.
Rob D’Amico, agente especial supervisor del FBI, comentó que las implicaciones para la seguridad nacional del fallo global de computadoras de hoy son “mayores de lo que la mayoría de la gente piensa”, esta declaración nos hace reflexionar sobre “los actores cibernéticos de los estados-nación”, conocidos como adversarios con actividad cibernética dirigida con fines maliciosos, según afirmó la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad. D’Amico dice: acerca de los maliciosos: “Puede que no estén involucrados en cómo sucedió, pero están observando lo que sucedió, cuáles fueron las reacciones, cuáles fueron los tiempos de reacción, cómo lo arreglaron, de modo que si observan una operación cibernética ofensiva contra Estados Unidos, pueden trazar un mapa de lo que se hizo; y aprovechen la interrupción intentando ataques cibernéticos de phishing. En contraste con todo el mundo, Arabia no reporto mayores fallos.
Un caso de millones: En X, se publicaron las declaraciones de la enfermera Kim Brown: “Estaba cerca del final de mi turno el jueves por la noche como enfermera de partos en Kaiser Permanente en San José, California, cuando los sistemas informáticos del hospital, de los que depende para atender a las mujeres en trabajo de parto y a sus bebés, comenzaron a recibir “un pequeño fallo”. Los trabajadores están acostumbrados a problemas ocasionales, como la carga lenta de registros médicos, por lo que al principio no generó ninguna alarma. Pero poco después de las 22.00 horas. hora local, la computadora se apagó abruptamente. <<Oh, eso normalmente no sucede<<, dijo la enfermera. Cuando se reinició, se quedó congelada en una pantalla azul con un mensaje de error. El alcance del problema se reveló rápidamente: no era solo una computadora, sino todas las computadoras de la unidad. Y no fueron solo las estaciones de trabajo donde accedieron a los registros médicos electrónicos. Algo también había eliminado un sistema llamado FetaLink, que utilizan para observar los latidos del corazón de los bebés en el útero en la estación de enfermeras. El botiquín automatizado que dispensa medicamentos había dejado de funcionar. Su sistema de seguridad estaba codificado.<<Todos nuestros bebés reciben pequeñas etiquetas de plástico que activan una alarma si se acercan demasiado a una salida o a un ascensor. Eso quedó caído>>, dijo Brown. “Era desconcertante porque no teníamos información. Fue simplemente, <<¡Oh, bueno!, ya todo está caído>>.
Normalmente, dice Brown, con tantos sistemas caídos, el hospital no puede aceptar nuevos pacientes. Pero cuando su gerente empezó a llamar a otros hospitales cercanos, se dio cuenta de que todos tenían los mismos problemas. Kaiser y otros hospitales tienen un sistema de respaldo llamado protocolos de tiempo de inactividad que se implementan si el personal tiene que trabajar sin sus computadoras y realizar un seguimiento de la atención del paciente en gráficos en papel. Llamaron a los guardias de seguridad del hospital para que se sentaran en las salidas del hospital y junto a los ascensores para mantener seguros a los bebés mediante pruebas de laboratorio.
Los hoteles, l aviación, la empresas, todos sufrían, mientras el Dow Jones caía 378 puntos, o un 0,9%, el viernes en tanto el apagón tecnológico seguía sacudiendo a los inversores. El S&P 500 y el Nasdaq Composite cayeron un 0,7% y un 0,8%, respectivamente.
Los ciber-delincuentes aprovecharon el caos promoviendo sitios web falsos llenos de software malicioso diseñado para comprometer a víctimas desprevenidas, según advertencias del Gobierno de Estados Unidos y de múltiples profesionales de la ciberseguridad. Los hackers crearon URL falsas destinadas a atraer a personas que buscan información o soluciones al colapso mundial de TI, pero que en realidad están diseñadas para recolectar información de los visitantes o atacar sus dispositivos, dijeron los expertos en seguridad. Los sitios web falsos utilizan nombres de dominio que incluyen palabras clave como CrowdStrike (la empresa de ciberseguridad detrás de la actualización de software defectuosa que provocó la crisis) o “pantalla azul”, que es lo que muestran las computadoras afectadas por la falla de CrowdStrike cuando se inician. Los sitios fraudulentos pueden intentar atraer a las víctimas prometiéndoles una solución rápida.
Ana Karen, ¿cree que te estoy narrando una serie de ficción en Netflix?, pues no, la realidad supera a la ficción y esto nos genera una gran aflicción por estar en manos de quienes detentan el Poder cibernético y con un simple “off”, nos sacuden a vida.
Lo sucedido con la caída de windows nos obliga a reflexionar sobre el futuro de la humanidad estando esclavizados a las plataformas que se han convertido en una necesidad en la vida cotidiana. El proceso para llegar a tanta dependencia fue largo. Desde los años 50 la evolución de las tecnologías de la información y comunicación avanzaron silenciosamente aparentando juegos inofensivos al principio y después, creando comunidades de información rápida e intercambio de comentarios en los diversos chats; más tarde con el advenimiento de las redes sociales y las teleconferencias; al final, la paulatina sustitución del dinero con las aplicaciones bancarias.
Es conocido que las redes sociales y las cookies contribuyen a obtener nuestra más íntima información para fines comerciales y espionaje complementada con esos “segundos planos” que respaldan nuestros archivos en nubes que nadie conocemos bien, pero las utilizamos. Eso lo sabemos, pero la pregunta sigue latente: ¿hasta donde llegará el control de la humanidad? ¿Es el anuncio de un gobierno global? Hoy, pobres y ricos, todo el mundo vive con un celular en la mano y yo, en ello, veo un grillete en el cerebro de las personas.
Los niños y jóvenes nacen con una tecnología normalizadas con todo tipo de contenidos sin la supervisión de los padres donde encuentran entretenimiento; tareas de copia y pega sin leer siquiera los documentos; recreando una Inteligencia Artificial cada vez más sofisticada y uno se pregunta: ¿Esta Inteligencia Artificial llegará a suplir la inteligencia humana? Y en ese debate se confrontan los optimistas, pesimistas, catastrofistas y filósofos.
Somos testigos del surgimiento de una nueva era de la Humanidad y no hay manera de blindarnos contra los efectos de la vertiginosa transformación que la tecnología produce en nosotros. Como sea, aunque no podamos resistir a su embate, mantengamos en pie las obras más valiosas de la creación humana, porque esa es una cuestión de amor.
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