María Francisca Ramos Ramírez
El Carmen es una pequeña comunidad perteneciente al municipio de Cintalapa; ahí vive Dulce María Trinidad Santiago, una niña muy brillante que a sus 11 años cursa el sexto grado y en este ciclo escolar participará en la Olimpiada del Conocimiento Infantil. Ella representará a la escuela primaria 20 de Septiembre, de la región 23 del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), institución que brinda servicios de educación básica a niñas y niños que viven en localidades de alta y muy alta marginación, y que la insensibilidad gubernamental estuvo a punto de desaparecer.
Dulce María, una niña vivaz, estudiosa, alegre, curiosa y risueña, merece reconocimiento, ya que pese a vivir en condiciones precarias, en un lugar pequeño que carece de servicios básicos, donde no cuentan con biblioteca ni Internet, donde la energía eléctrica falla y para restaurarlapasan tres o cuatro días, es capaz de demostrar que, pese a las adversidades, con esfuerzo y apoyo se puede salir adelante.
Parte del mérito corresponde a su profesora Diana Laura Gómez López, quien la asesora y capacita en su formación;ella viaja todos los días a caballo o en moto desde su comunidad, Baja California, municipio de Jiquipilas,ubicada a seis kilómetros de El Carmen, para asistir a dar sus clases y se las tiene que ingeniar para cumplir con las actividades de los días del niño, de la madre y de clausura con escasos recursos económicos.
La familia de Dulce María, quien tiene una hermana gemela,hace el mayor esfuerzo para apoyarla, así que ojalá continue estudiando y cuente con las herramientas necesarias para que su excelente desempeño llegue a buen término. ¿Cuántas niñas de las zonas rurales y urbanas marginadas como Dulce María quedarán con su formación trunca por falta de recursos?, ¿cuántas desistirán porque las instancias correspondientes no cumplen el derecho a la educación que debe garantizarse a todos los mexicanos?
A ti, Dulce María, muchas felicidades; que tu curiosidad por el conocimiento y tus ganas de aprender no se acaben. Sigueadelante. Quienes admiramos tu empeño esperamos saber más de ti y de tus logros en el futuro. Que tus sueños no se rompan, no permitas que nadie destruya tus anhelos para quemañana tu papá, que trabaja en el campo, tenga una hija doctora, arquitecta, investigadora, poeta o arqueóloga, así que sigue formándote, vuela y sé libre e independiente y sobre todo feliz.
