Foto: Carlos Gordillo
Alejandro Flores Cancino
A poco más de un año de la elección de 2024 me sigo preguntando: Y si no es que votamos mal, ¿por qué dejamos de exigir bien?
En medio del famoso “disfruten lo votado”, se esconde la renuncia de muchos a seguir luchando. Como si el hecho de que ganaran los otros fuera suficiente para rendirse. Pero la política no es un partido de fútbol. Aquí no debería bastar con esperar al próximo torneo.
Los malos gobiernos no solo son electos, también son tolerados. Se les deja crecer cuando no hay exigencia ciudadana, cuando la crítica se limita a memes, cuando no hay presión social real para cambiar las cosas.
En municipios, estados y a nivel nacional, vemos cómo los errores de gobierno se repiten. Y sí, en muchos casos, con nuestro silencio cómplice. Pero eso no significa que lo merezcamos. Significa que tenemos que despertar.
Porque México, Chiapas, pero sobre todo Comitán, merece gobiernos a la altura de su gente. Pero eso solo será posible si dejamos de culparnos entre nosotros, y empezamos a exigir, organizarnos y construir algo mejor.
Y que nadie se confunda: gobernar mal no es culpa del pueblo. Pero permitirlo, sí puede ser responsabilidad de todos.