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¡Viva el Pirulí! / La Feria

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Sr. López

Allá a mediados del siglo pasado, tía Lala (Eulalia), estaba tan orgullosa de tener un hijo ingeniero civil que lo presumía todo el tiempo, tanto, que cuando llegaba a alguna reunión familiar, murmuraban, “ya llegó la mamá del ingeniero”; hasta que hartó a la tía Victoria de lengua tan temida, que un día le dijo: -Mujer, tu hijo prueba que los estudios no quitan lo tarugo, por algo vende libros a domicilio, deja el tema –soponcio de tía Lala. Y ni era ingeniero, reventó en segundo año.

No sé usted, pero a este menda lo tienen hasta el copete con eso de que Sembrando Vida es el proyecto de reforestación más grande del mundo y que hansembrado 1,200 millones de árboles en un millón de hectáreas, empleando a 442 mil personas.

Es tal el orgullo oficial que la Presidenta propuso en la reunión del G 20, que el 1% del gasto global en armas, se destine a algo que sería como un ‘sembrando vida mundial’. ¡Padre!

Para empezar, eso de los programas forestales es tan viejo como bañarse desvestido.

En China, en el Imperio Zhou, el año 1100 a.C. (sí, mil cien años antes de Cristo), tenían su servicio forestal para preservar bosques y replantarlos. Duró casi 900 años la cosa… ¡esos chinos!

En Portugal, el rey Alfonso III el Reformador (1210-1279), dispuso la plantación de bosques de pinos para contener el avance de las dunas y recuperar la madera usada en la construcción de barcos y como leña. Más acá, en el año 1368 en Núremberg, Alemania, un talPeter Stromer puso en marcha un programa de reforestación masiva para eso, para recuperar bosques. Y en el siglo XVI, en la entonces Inglaterra yEuropa establecieron programas de plantación de árboles para recuperar los bosques que proporcionaban madera para la construcción de sus flotas navales, mercantes y armadas. Novedad, no es.

De los números oficiales que tanto presumen (y ya comentaremos), esos 1,200 millones de árboles en un millón de hectáreas, le tengo noticias:

Etiopía, ese país africano, pobre, de la mitad del tamaño de México y con casi la misma población que nosotros, tiene un programa nacional de reforestación llamado ‘Legado Verde’, que en los últimos cinco años, ha sembrado más de 32 mil 500 millones de árboles, 27 veces más que la cifra oficial de la 4T, en el mismo periodo; y es creíble, la prensa mundial reportó que el primer Ministro etíope, Abiy Ahmed Ali, convocó a la población a participar voluntariamente (sin pago), en la siembra de árboles y el 29 de julio de 2019, en 12 horas, plantaron 350 millones; pero luego, el gobierno los convocó otra vez, y el 17 de julio de 2023, plantaron 556 millones árboles, ese solo día. Ante semejantes cifras, Sembrando Vida así como que de presumir, tampoco.

Y hay más casos que permiten invitar a los entusiastas cuatroteros a la moderación. La India tiene su programa de reforestación en una superficie de 69 millones de hectáreas (no se le olvide, en México, se supone que es un millón), y parece que va bien, laIndia está considerado el referente mundial en reforestaciones y creación de ecosistemas. Por su lado, Corea del Sur con su programa de gobierno de reforestación de postguerra, sembró 11,000 millones de árboles (acá dicen que van en 1,200 millones…dicen). 

También está el programa de China para contener el desierto del Gobi, tal vez el más árido de Asia, en donde han plantado árboles en 50 millones de hectáreas. Así mismo, en África, tienen el programa la Gran Muralla Verde del Sahara, para crear bosques en una longitud de 8 mil kilómetros, con una superficie de 12 millones de hectáreas. Un último caso para no aburrirlo: las Filipinas, país que en extensión es 6.5 veces menor que el nuestro y con casi la misma población (116 millones), con su programa nacional de reforestación, ha sembrado 1,500 millones de árboles en 1 millón 500 mil hectáreas.

Parece que se puede concluir que eso de que Sembrando Vida tiene al mundo con la boca abierta, es una fantochada (que fantoche es un sujeto neciamente presumido, dice el diccionario); propaganda de baba muy espesa, como decir que la elección de jueces, magistrados y ministros de este año, será un ejemplo a seguir por el mundo, ¡hágame usted favor!, si se están carcajeando.

Como sea, si sembraron esos 1,200 millones de árboles, no se le olvide que en abril de 2021, dijo la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), que de los árboles plantados por Sembrando Vida, el 50% se secaron… por falta de agua (¡sorpresa!, se necesitaba agua). Aparte están las muchísimas denuncias de que los campesinos deforestan las 2.5 hectáreas que les exige el gobierno para tener acceso al programa de reforestación; bonita cosa. 

Y no inventa este menda, el Coneval (que ya va a desaparecer), en su informe “Evaluación de Procesos del Programa Sembrando Vida” (318 páginas), señala que se está plantando en predios que carecen de agua, lo que “supondrá un problema serio para mantener los árboles con posibilidades de sobrevivencia” (sabios); y que faltó planeación, estudios ambientales y supervisión técnica; también menciona el Coneval la aparición “de la delincuencia organizada en las comunidades rurales”, aparte de los problemas de los sembradores para cobrar el apoyo mensual.

Detallito aparte es… ¿de dónde sacó el gobierno los 1,200 millones de plantitas? El proveedor estrella era el ejército, que entre 2019 y 2020, surtió 272 millones 293,804 árboles… faltaba mucho para esos 1,200 millones. La Secretaria de la Defensa tenía 30 viveros… de los que en 2023, solo quedaba uno (el de Tapachula), con 12 trabajadores. Y Sedena informó que no iba a producir ni una plantita para el 2024. Pero, eso sí, el gobierno informó que en el 2023, ya iba a tener sembrados 1,100 millones, ¿de veras, de dónde? Pero eso sí: Sembrando Vida ya nos costó 175 mil 671 millones de pesos. 

Y se escucha una serenata popular, masiva, al pie del balcón central de Palacio: ‘Y qué más da/ la vida es una mentira/ miénteme más/ que me hace tu maldad, feliz… ¡viva el Pirulí!

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