María Ramos Ramírez
Hace unos días tuve el privilegio de conocer a una gran mujer en la presentación del libro Reformar el pensamiento y desconolonizar el saber, del doctor Florentino Pérez, en San Cristóbal de Las Casas: Lyz Sáenz, escritora y traductora en lengua ore’tzame (zoque), inteligente, sencilla y clara en sus conceptos.
El sábado 24 de agosto, en un bonito viaje a Chanal, donde se realizó un Encuentro de escritores y poetas, me impresionó su hijo Kanek, de cuatro años, alegre, extrovertido, muy listo y además trilingüe porque es hablante de ch’ol, zoque y castellano, además de que en la guardería le enseñan inglés, lengua en que ya sabe los colores y los números. El pequeño sirve como traductor asus padres, ya que es el único que entiende y habla las tres lenguas. La educación que recibe de sus progenitores resultadivertida e interesante; se nota que lo guían con mucho amor y paciencia. Admiré a Lyz y a Canario en el recorrido de ida y vuelta que compartimos a ese pueblo tseltal.
Lyz viene de la comunidad Rivera Valtierra, municipio de Chapultenango, pueblo con raíces profundas y está orgullosa de su origen; es a mi juicio una mujer empoderada, digna de admiración porque hace mucho y enseña sin presunción ni ego. Además de su trabajo poético, publicado y antologado en libros y revistas, en 2022 obtuvo el primer lugar en el concurso de “Cómic en lenguas indígenas nacionales”, por su obra Ja jyapayäjk te’ jamasä nhkä y Sokimä / El día que no amaneció en Soli.
Ahora entiendo porque tienen a ese niño tan lindo y bien educado, al detenernos a hacer compras dijo: compraré pan y les compartiré a todos, que mararilloso oír eso y desear que crezca con ese corazón noble y esa curiosidad de aprender todo; además durmió plácidamente recostado en mi brazo. Que paz sentir su respirar pausado junto a mi. Ojalá coincidamos en otra aventura de esas que regala la vida con personas tan agradables.
La experiencia fue muy agradable porque en Chanal se vivióla gran diversidad cultural de Chiapas con la reunión de artistas, escritores, poetas y autoridades de Zinacantán, Cancuc, Tenejapa, Huixtán y Chenalhó, entre otros municipios, con sus hermosos trajes típicos y su gente agradable, sus danzas y el infaltable posh, celebrando su chiapanequidad.