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Un gato con los pies de trapo / La Feria

Un gato con los pies de trapo / La Feria
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Sr. López

 

Premisa uno: estamos enojados. La señora de toga blanca de los libros de texto gratuitos (La Patria), anda trompuda. Los del peladaje estamos hasta el copete por la corrupción, la inseguridad, por muchas cosas del gobierno y en especial, pero muy en especial, estamos hartos de los políticos y de sus partidos, “auf das Mutter” (idioma alemán local, no lo busque en su traductor de Google). Todo está mal y no parece tener remedio.

 

Premisa dos: Dios (tan grande), nos mandó en 1531 a su Mamá para cuidarnos y hasta su foto le dio a Juan Diego para conservar la fe, pero en aquellos tiempos las cosas eran menos complicadas (no había globalización).

 

Premisa tres: Diosito (tan grande), no nos deja de su mano y después de oír a su Mamá, vistas las cosas, analizados los números de la economía, los índices de corrupción y delincuencia y sabiendo las pestíferas prácticas de los políticos y los partidos políticos, en Acuerdo Supremo con Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, tuvo a bien mandarnos a su hijo (debe ser el chico, porque hace 2,000 años mandó al que pensamos era su hijo único), y por eso ahora (¡alabado sea el Señor!), tenemos con nosotros al Señor de Macuspana.

 

Según la primera premisa, no hay tenochca que se respete que vaya a votar por ningún partido ni por ningún político. Según la premisa tres, todos los esperanzados electores nacionales, acudirán en procesión, entre cánticos y alabanzas, a depositar fervorosamente su voto, a favor del Pejecutivo para que se compadezca de nosotros,  nos gobierne con amor, con su ejemplo y para nuestro bien, haciendo historia. ¡Aleluya, aleluya!

 

Nada más un detalle: nuestro redentor autodesignado es político y para que deposite su sacro trasero en La Silla, hay que votar por él (perdón, por Él), y eso significa votar por la coalición de partidos políticos formada por Morena, PT y PES.

 

Votar por Morena, pasa (es el partido que fundó Él, del que no podemos tener duda ninguna pues solo Él manda, dispone, asigna candidaturas y gasta el presupuesto… ni modo de poner en tela de juicio las decisiones o la honestidad de nuestro Mesías-XXI). Pero votar por el PT (Partido del Trabajo) y por el PES (Partido Encuentro Social), ya es tragar piedras de molino…

 

El PT (Partido del Trabajo), fundado en diciembre de 1990, perdió su registro en las elecciones de 1991, mismo que recuperó en 1992. Siempre señalado como creación de Raúl Salinas de Gortari (si no tiene nada mejor que hacer, revise la edición número 936 de Proceso, del 10 de junio de 2005, donde se dan pelos y señales), y tiene el mismo presidente -Alberto Anaya Gutiérrez-, desde el 8 de diciembre de 1990 (vaya preparándose para celebrar el 28 aniversario de don Beto al frente de ese instituto político: democracia de la mera buena).

 

Es el caso que después de múltiples dimes y diretes contra el PT, el 10 de agosto de 2017, la PGR acusó a don Beto, su esposa y otros miembros del PT, de un fraude por 100 millones de pesos, supuestamente destinados por el gobierno de Nuevo León para el pago de nómina de los Centros de Desarrollo Infantil (Cendis), para madres trabajadoras de esa entidad, creados a iniciativa del Frente Popular Tierra y Libertad, controlados por diputados federales y locales del PT (Huffington Post, nota de Manuel Hernández Borbolla, 28 de octubre de 2017).

 

El dirigente del PT afirma que es una vil venganza por su coalición “Juntos haremos historia”, que postula  al santo Pejecutivo para presidente de la república, cosa interesante tomando en cuenta que el PT se alió para lo mismo con Cuauhtémoc Cárdenas en el 2000, y con el Pejelectoral en las elecciones de 2006 y 2012… y ahorita, en 2018, es cuando le colmaron la paciencia al perverso gobierno. Ha de ser.

 

Pero, igual, lo que el viento a Juárez: durante un mitin en Gómez Palacio, Durango, el 5 de abril pasado, muy presente tengo yo, el Pejesús redentor que lava los pecados del mundo, dijo (con la voz de Enrique Rambal en “El Mártir del Calvario” -1952- así, como a pujiditos): “Aquí aprovecho para decirle a Beto Anaya, dirigente del PT, que tan luego triunfe nuestro movimiento se va a regularizar toda la situación de los Cendis y ya no va a haber persecución para dirigentes del PT”. ¡Hossana en las alturas!, otro cordero que retorna al redil.

 

Si vota usted por san Pejesús, tenga claro que el paquete incluye al redimido Beto, con firme propósito de enmienda. Chulada.

 

El otro partido de la coalición que hará historia, es Encuentro Social (PES), que obtuvo su registro como partido nacional en 2014, fundado por Hugo Éric Flores Cervantes, quien en 2006 fue Oficial Mayor de la Semarnat, cargo del que fue corrido a los seis meses, -por puras babosadas, como modificar el estudio de costo-beneficio para adquirir por arrendamiento financiero para Semarnat, el Centro Bancomer-, quedando inhabilitado para ocupar cualquier cargo en el gobierno federal hasta 2020 (pleito que litigó y ganó don Flores, por los errores del Órgano de Control Interno de la propia Secretaría); senador suplente por el PAN, para las legislaturas LX y LXI (sin ocupar nunca la curul); diputado federal plurinominal por su propio partido, del 2015 al 2017. Siempre enredado en la polémica de si es o no un partido evangélico, algunos connotados morenistas de la primera hora, renunciaron al partido del Peje, cuando anunció su coalición.

 

Este PES, hoy aliado de Morena, lo fue en 2017 del PRI, PVEM, PANAL, en el Estado de México, alianza que trepó a Alfredo del Mazo, cuando se decía que el PES era un peón de Osorio Chong, nada más porque buena parte de su dirigencia son de Hidalgo, gente del exsecretario de Gobernación y porque el líder de los diputados federales del PES -Alejandro González Murillo-, es sobrino del exgobernador Murillo Karam.

 

Pero, igual quedamos: la gente que no quiere saber nada de políticos ni partidos políticos, va a escoger a un NO político como don Pejecutivo, aliado con partidos No políticos. Este era un gato con los pies de trapo…

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