
* El Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio, acusó al gobierno estatal de realizar una “consulta falsa” que careció de transparencia, sin tomar en cuenta a las comunidades afectadas.
Redacción / Alfaro Noticias
El fin de semana, el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, encabezó un evento en la comunidad tzeltal de Bachajón, en el municipio de Chilón, para lo que fue presentado como una “consulta pública” sobre la construcción del tramo carretero que conectaría Palenque y Ocosingo, parte del megaproyecto denominado “Ruta de las Culturas Mayas”. Sin embargo, representantes del Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (Modevite), integrado por comunidades indígenas de la región, han calificado este evento como una “farsa” y una simulación.
De acuerdo con Pascuala Vázquez, integrante del Modevite, la consulta fue manipulada desde su origen. Asegura que las personas que participaron en el evento no pertenecían a la comunidad afectada, sino que fueron trasladadas por funcionarios del Estado. Además, denuncia que los asistentes no recibieron información sobre los posibles impactos socioambientales del megaproyecto, lo que contraviene las normativas internacionales que exigen una consulta libre, previa e informada a las comunidades indígenas.
Los testimonios señalan que, en lugar de un proceso deliberativo, la actividad fue más un mitin político en el que se anunciaron los beneficios del proyecto sin detallar sus posibles efectos negativos. Vázquez también critica la falta de participación de los ejidatarios y los habitantes de las comunidades directamente afectadas por el trazado de la autopista, quienes no fueron informados adecuadamente sobre el proyecto ni sobre los procedimientos para posibles indemnizaciones por las afectaciones a sus tierras.
El megaproyecto carretero ha sido una iniciativa que ha generado rechazo desde su concepción en 2009, cuando los pueblos indígenas se opusieron a la construcción de la autopista por sus impactos sobre el medio ambiente y las tierras de los pueblos originarios. A pesar de los esfuerzos por parte del gobierno estatal y federal para reactivar el proyecto, las comunidades tzeltales han mantenido su postura en contra, pidiendo que se respeten sus derechos y se les consulte de manera legítima.
Además, las críticas hacia el proceso de consulta se amplían a las promesas del gobierno estatal sobre los supuestos beneficios del megaproyecto, como la creación de fuentes de empleo y el desarrollo de la región. Vázquez argumenta que estas promesas son vacías y carecen de fundamentos claros, lo que ha generado desconfianza entre los pueblos indígenas, quienes temen que el proyecto favorezca a intereses privados y no beneficie realmente a las comunidades locales.
El gobierno de Chiapas ha anunciado que continuará con el proceso de consulta en las próximas semanas, con la instalación de más casillas en varias cabeceras municipales. Sin embargo, las organizaciones indígenas y el Modevite advierten que si no se toman en cuenta los principios de consulta libre, previa e informada, el proceso será una simple formalidad sin valor real.