* Los comuneros de Santa María Chimalapa apelarán la decisión, que consideran perpetúa la incertidumbre sobre la propiedad de las tierras.
Redacción / Alfaro Noticias
El Tribunal Unitario Agrario (TUA) con sede en Tuxtepec, Oaxaca, falló a favor de Chiapas al desestimar la solicitud de nulidad de los ejidos Rafael Cal y Mayor y Canaán, ubicados en la región de Los Chimalapas, un territorio en disputa entre comunidades zoques de Oaxaca y ejidatarios chiapanecos. En su resolución, el tribunal reconoció que los ejidos fueron creados dentro de tierras que forman parte de las comunales zoques de Santa María Chimalapa, pero argumentó que no es procedente su nulidad, ya que ambos ejidos cuentan con una resolución presidencial que los valida.
El conflicto territorial en Los Chimalapas tiene más de 50 años de historia y ha enfrentado a las comunidades zoques con autoridades de Chiapas por la posesión de tierras, especialmente después de la resolución presidencial de 1967 que delimitó las áreas de Santa María Chimalapa. La comunidad de Santa María Chimalapa ha buscado la nulidad de los ejidos bajo el argumento de que estos invaden tierras comunales, lo que ha derivado en múltiples juicios legales a lo largo de los años.
La decisión del TUA fue rechazada por los comuneros de Santa María Chimalapa, quienes consideran que este fallo perpetúa la incertidumbre jurídica sobre la propiedad de las tierras en la región. En una asamblea reciente, los comuneros acordaron apelar la sentencia ante el Tribunal Superior Agrario (TSA) y expresaron su descontento con los asesores jurídicos que, según ellos, no han gestionado correctamente los juicios. También señalaron la necesidad de revisar la estrategia jurídica para fortalecer la defensa de sus derechos territoriales.
Por su parte, el Comité Nacional por la Defensa de los Chimalapas, que agrupa a diversas comunidades de la región, recomendó a los comuneros cambiar a sus asesores legales, debido a la supuesta negligencia y falta de transparencia en el manejo de los juicios.
El conflicto ha generado tensiones adicionales debido a actividades como la tala ilegal y la ganadería en la zona, las cuales los comuneros aseguran han afectado el ecosistema de una de las áreas naturales más importantes del país. La disputa por la posesión de las tierras también ha implicado denuncias sobre invasiones y la afectación a las comunidades zoques.