Karen Cruz
Mario Vargas Llosa nos regala este texto en el que una mujer viaja por diversos lugares para convertirse en otras mujeres, su objetivo era ser rica e importante, pero a todo lugar a donde va, no deja de toparse al amor de sus vidas, Ricardo Somocurcio, el niño bueno, ella, la niña mala, quien roba la paz de Ricardito y no lo deja hacer vida fuera de ella.
Lily, una peruanita, se aparece en una zona privilegiada de Lima, un lugar en donde todos los niños viven de forma acomodada, son vecinos por generaciones y alguien nuevo siempre investigado y mal visto. Lily buscaba destacar entre los demás, su personalidad desbordante de alegría, egocéntrica, parlanchina, independiente y altanera, hacía que dentro de ese círculo fuera odiada y admirada a la vez, le gustaba bailar descaradamente, según las señoras de la comunidad, vestía ropa corta y era la no invitada más esperada en cada evento social. Todo esto atraía a Ricardito, quien era todo lo contrario, tranquilo, tímido, bien posicionado en la comunidad y con el sueño de salir del Perú para vivir en París. Entre ellos comenzaron una relación afectiva y para él, Lily se convirtió en su niña mala, para ella fue el niño bueno.Ricardo se enamoró de Lily, pero ella lo rechazó y después desapareció.
Ricardo creció y logró irse a la ciudad de sus sueños, después de un tiempo, se reencuentran, pero Lily pertenecía a otra vida, ahora se llamaba Arlette, una joven que buscaba ser parte de la revolución cubana, Ricardo la reconoció y rápidamente comenzó la reconquista, salían juntos, a escondidas pues no estaba permitido, ambos eran colaboradores de una asociación que trabajaba para la revolución cubana y las relaciones entre camaradas estaban prohibidas, una vez más la relación era imposible y efímera pues Arlette viajaría a Cuba.
Haciendo uso de sus habilidades de manipulación, ella logra salirse de la vida revolucionaria, una vez más se encuentra al niño bueno, ahora viviendo ambos en París, ella adopta otro nombre y ahora es una mujer casada, el niño bueno se vuelve su amante, su amigo y su fiel seguidor; esa relación vuelve a intensificarse pronto, pero un día cualquiera, sin aviso previo, ella se fue, Ricardo intenta superarla, más para él es imposible.
Pasan los años, la historia es un ir y venir, la niña mala regresa a la vida de Ricardito, se va, vuelve, se instala en Londres, Tokio, Madrid, Lima… Siempre regresando a su lugar seguro, el niño bueno está para ella, aunque lo rompe, lo maltrata, le miente, y él intenta odiarla, olvidarla; algo más los mantiene unidos.
Travesuras de la niña mala es una narración que no creo sea de amor, tal vez desamor y obsesión, quizá el amor adulto que es imposible, pero se sabe es el amor real, es leer cómo alguien confía en otra persona a pesar de los sinsabores en la relación, este libro puede ser la muestra que el amor de tu vida puede permanecer en todas tus vidas.
Vargas Llosa nos hace odiar a la niña buena, pero también nos muestra lo que esconde, sin embargo también muestra una idea de que una mujer fatal no va a terminar bien y que siempre necesite un hombre para librarse del mal, me gusta que en el texto se cambian los papeles, aquí es el hombre quien queda con el corazón roto cuando la mujer se ha ido, la niña mala es un personaje que sabe cómo conseguir sus deseos, usa su belleza para conquistar y saber su nivel social, mientras Ricardo busca lo seguro, un trabajo estable en el que pueda mantenerse en París.
Es un texto que mantiene al lector tratando de descubrir el siguiente movimiento de la niña mala, tiene un ritmo fluido, avanza rápido y cada personaje está bien estructurado.
