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Todos rabones / La Feria

Todos rabones / La Feria
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Sr. López

Ya le he contado de tía Amelia, la que enviudó con una escalera de doce hijos varones. Brava como chile toreado, eran legendarias sus amenazas, que empezaban con “te voy a despellejar a cuerazos”, para que se haga una idea… pero nunca pasó de un par de trancazos (literalmente, con la tranca de la puerta del zaguán). Con el tiempo quedó claro a toda la familia que era un pan de Dios y que sus doce hijos varones eran buenos porque nacieron buenos. Así pasa.

Por un inexcusable descuido, este menda texto servidor de usted, omitió comentar el viernes pasado una noticia de esas que al leerlas se le van llenando a uno los ojos de lágrimas, de agradecimiento, de emoción, al ver así, a lo vivo, cómo nos cuida nuestro gobierno: ya está en la Cámara de Diputados federal, la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud que prohíbe cigarrillos electrónicos, vapeadores y similares. ¡Sí señor!

Esa reforma hará realidad la prohibición que ya quedó en nuestra Constitución desde el 17 de enero de este año, cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación. Somos el único país del mundo que ha metido en su Constitución semejante cosa. Y dicho sea de paso, esa reforma constitucional fue necesaria porque el decreto presidencial del Señor de los Abrazos de mayo 2022, prohibiendo los vapeadores y anexos, era ilegal… cosa más rara.

Reformar la Ley de Salud es indispensable para aplicar la prohibición constitucional. No eran, no son enchiladas, no es cosa de firmar decretitos.

En esa iniciativa de la presidenta Sheinbaum, se establece que al desalmado que produzca, distribuya ovenda esas cochinadas, se le recetarán de uno a ochoaños de prisión, aparte de multas. La iniciativa explica que es necesaria esta reforma por “los riesgos comprobados que representan para la población, en especial para niñas, niños y adolescentes”.

Confiesa el junta palabras que no tenía la menor idea del peligro que son esos artilugios para la salud pública. De uno a ocho años de cárcel. A lo mejor hasta poco es. O es otro disparate. Mire usted:

Por corrupción de menores con pornografía (artículo 200, este y todos lo que siguen son del Código Penal Federal), la pena de prisión es de seis meses a cinco años de prisión (o sea, una vapeada es peor que corromper a una criatura). Al que infiere una lesión que deje a otro ciego o loco, le tocan de tres a cinco años de prisión (artículo 291).

Por matar en riña, le pueden dar ocho o menos años de prisión (de cuatro a doce, dice el artículo 308). Al que abandone a un niño incapaz de cuidarse a sí mismo, de un mes a cuatro años de cárcel (artículo 335)… este menda le daría prisión perpetua, digo, abandonar un bebé en un basurero ni así se paga.

Sí, parece que la pena propuesta por comerciar vapeadores es un dislate. El secuestro que dura un día, el ‘exprés’, tiene de seis meses a tres años de prisión (artículo 364 fracción I). Destruir o sepultar un cadáver o un feto humano, de tres días a dos años de prisión (artículo 280), y la misma pena al que lo haga sabiendo que el fiambre fue asesinado (así dice la ley “si el reo sabía esa circunstancia”… será muy zonzo si lo niega, digo, dos añitos, como sea).

La extorsión cuesta de dos a ocho años de cárcel (artículo 390); y “quien porte, fabrique, importe, venda o acopie sin un fin lícito o con la intención de agredir, instrumentos que puedan ser utilizados para el ataque o la defensa” (por ejemplo un fusil Barret calibre 50 o un lanza granadas), de tres meses a tres años(artículo 160)… francamente será muy necio el que venda vapeadores cuando está menos penado vender armas.

Como sea, eso de los vapeadores y similares, hace daño, como determinó la Secretaría de Salud. No son bromas. Varios países han hecho lo mismo, prohibirlo, otros no, lo han regulado, han puesto reglamentos, como en los EUA -que parece no se les olvida su terrorífica experiencia cuando prohibieron el alcohol-, y el año pasado se llevaron la sorpresa de que de 2019 a 2024, entre los estudiantes disminuyó el 70% el número de consumidores de esta cosa, sin meter babosadas en su Constitución ni sacar prohibiciones generales, solo implantaron las mismas reglas que tienen para el consumo de tabaco. Parece que era moda y va pasando.

Pero nuestros gobernantes por una razón muy extraña, están en plan de erradicar los vapeadores, como si no hubiéramos tenido el año pasado 30,057 homicidios dolosos, según informe definitivo delSecretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; como si no fuera una vergüenza nacional que de las 50 ciudades más violentas del mundo, 20 están en nuestro país (según el Índice Anual del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de 2024), como si de las 10 urbes más violentas en 2024, siete no estuvieran en México y sí, aquí están.

Además, si el gobierno está tan preocupado por nuestro bien como para escondernos el salero y ahora, prohibiendo los vapeadores, sería bueno reflexionar en que a mayo del año pasado, vía el desaparecido INAI, un activista solicitó la información oficial sobre el número de muertes provocadas por eso y la respuesta fue “no hay casos reportados”, aunque en octubre de 2019 se reportó en San Luis Potosí la muerte de un joven por una pulmonía atípica causada por el uso de un vaporizador, muy triste, pero sería una muerte en seis años.

Mientras por el tabaco mueren al año unos 43 mil tenochcas humeantes al año (según el Instituto Nacional de Salud Pública); y por el alcohol, mueren al año más o menos 40 mil (según el mismo Instituto); y no están prohibidos a pesar de las terribles cifras de difuntitos por su vicio (vicio, no nos andemos con trapitos calientes).

¿De veras es en serio eso de prohibir los vapeadores?; ¿no sabe el gobierno que le está regalando otro negocio al crimen organizado? Esta cruzada contra el ‘vapeo’ es otra ley que no se respetará, pero si van en serio, que también prohíban tabaco y alcohol que cuestan unas 83 mil vidas al año.Todos coludos o todos rabones.

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