Juan Carlos Cal y Mayor
La semana pasada los habitantes de Tila, en Chiapas, vivieron momentos de terror. Un grupo de hombres armados conocidos como los “autónomos” inició una razia sobre la población civil de la que circularon testimonios y videos de verdadero pánico dando cuenta de asesinatos a familias, incluso a niños menores de edad, hogares abrasados por el fuego como si viviéramos en la Camboya de los jemeres rojos de Pol Pot.
Los medios independientes digitales y luego los nacionales dieron cuenta de ello y recogieron al día siguiente los testimonios sollozantes de mujeres que se manifestaron a las afueras del congreso local denunciando los hechos y pidiendo a gritos la intervención de las autoridades que estuvieron literalmente ausentes durante el desarrollo de estos hechos. Solo así fue que se hicieron presentes las fuerzas de seguridad y la guardia nacional al tiempo que más de cuatro mil personas abandonaron el pueblo con sus pocas pertenencias a la mano buscando refugio en albergues improvisados.
LA VISITA DE SHEINBAUM
Hace apenas un mes la entonces candidata y ahora virtual presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, visitó Tila y llenó la plaza. Miles de banderas del partido verde apoyándola de las que resultaron electos tanto el candidato de ese partido a la alcaldía, así como la candidata presidencial con más del 70% de la votación. El animador los hacía corear: “Es un honor estar con Claudia hoy” y todos felices. Nadie por ahí que hablara a nombre del pueblo y le hiciera saber la situación prevaleciente de inseguridad que por supuesto no es reciente.
Que decir de aquel episodio también en Chiapas donde Claudia Sheinbaum preguntó a los asistentes a un mitin sobre cómo andaban en materia de salud y le dijeron que no tenía nada y les faltaba todo. Sin embargo a la hora de votar ahí estuvieron. Chiapas fue de los estados que más votos le dio a Claudia Sheinbaum. Lo mismo pasó en Acapulco tan maltratado después del huracán Otis y muchas partes del país donde la violencia se ha vuelto el pan de cada día y ha normalizado al grado de que ya nada sorprende ni siquiera la crueldad que caracteriza ahora a los asesinatos, innecesariamente despiadados y horrorizantes.
NADA SORPRENDE
Hace apenas seis años los ciudadanos eligieron a López Obrador hastiados por la corrupción del ahora impune régimen de Peña Nieto y la violencia que derivó entre otros en el asesinato de los jóvenes de Ayotzinapa a cuyos deudos les siguen danto atole con el dedo porque ahora ya no saben que inventar para justificar la consigna de “fue el estado” y de la que tanta raja electoral sacaron. En estos seis años el crimen se enseñoreó y los cárteles de la droga se acomodaron a sus anchas en buena parte del territorio nacional. Ya no nos sorprenden las ejecuciones, ni los desaparecidos o peor aún los aparecidos decapitados, mutilados o pendientes de un puente.
DISFRUTEN LO VOTADO
Ante tal indolencia de las autoridades y al tiempo la indiferencia de tantos ciudadanos, hoy una consigna recorre las redes sociales: “Disfruten lo votado”. Quienes no estuvimos de acuerdo con refrendar la continuidad de lo que debiera ser evaluado como un fallido gobierno en materia de seguridad, no entendemos esa paradoja de que las víctimas adoren a sus victimarios. De que los ciudadanos de Tila a pesar de padecer desde hace tiempo la violencia les hayan dado su voto. De que ayer los aplaudían y hoy les lloran para que los auxilien. De que ni siquiera hayan mencionado el infierno en que se han convertido muchas regiones del país. ¿Basta con estar en un padrón y recibir dinero para votar por ellos? Disfruten. ¿No importa carecer de servicios de salud, de medicinas, de seguridad? Disfruten. De otra manera no es explicable el que 35 millones y en Chiapas casi el 80% los haya votado.
CONSTANCIA DE MAYORÍA A ERA
Ayer Eduardo Ramírez recibió su constancia de mayoría por parte de las autoridades electorales. Su triunfo, ese sí, es incuestionable. Los chiapanecos votaron por él convencidos y esperanzados de que le vaya mejor a Chiapas. Su trayectoria política lo avala. Ha reiterado que antes de cualquier otro objetivo lo primero es restablecer la paz entre los chiapanecos. Atender el problema de la seguridad.
Viene ahora un largo impase hasta el 8 de diciembre, fecha en que habrá de tomar posesión como gobernador de Chiapas. Habrá tiempo suficiente para reflexionar sobre los pasos a seguir comenzando por la entrega recepción entre el gobierno saliente y el entrante. Para elaborar un presupuesto de egresos que atienda las prioridades que se ha propuesto acorde a sus compromisos, así como los objetivos derivados de los foros de consulta que coordinó el experimentado político Juan Carlos Gómez Aranda. Donde ya se cuecen habas y comienza a especular es en la conformación de su equipo de gobierno. En eso se reflejará la visión, la importancia y los alcances que se propone. Son conocidos los hombres y mujeres de su confianza. Con ellos que le fueron siempre leales habrá de formar parte de su equipo. Ha dicho, sin embargo, que gobernará con pluralidad y con los mejores cuadros. Hay gente muy valiosa sin duda que puede hacer un papel destacado para corresponder a su confianza. Mucho se especulará al respecto en los próximos meses, pero en política nada es hasta que es. Ya lo veremos…