Sr. López
Va para cien años que el abuelo Armando, militar eingeniero, se fue al Gran Nayar, a las interminables serranías de Durango, Nayarit y Zacatecas, para delimitar con un equipo de topógrafos, las tierras de la tribu tepehuana del sur, reconocidas por el gobierno federal. Iban acompañados (y vigilados), por un buennúmero de tepehuanos y su ‘Ixcai’, el jefe de la tribu. Al fin de cada jornada a la luz de velas de sebo, el abuelo jugaba ajedrez con otro de los topógrafos; el jefe de la tribu veía sin decir nada pero un día dijo que quería ‘probar’ y el abuelo, muy amable, le repasó cómo se movía cada pieza y las reglas más básicas. Empezó la partida y en pocos movimientos, el abuelo dijo: -Me como su reina –y el jefe de la tribu, poniendo su revólver junto al tablero, le preguntó si estaba seguro. Así fue como durante ocho meses, todas las noches, el abuelo se dedicó a perder partidas de ajedrez.
Bendito sea el Dios en que cada quien crea, la Presidenta de México después de amena charla telefónica con el gañán de la Casa Blanca, ayer anunció que obtuvo una prórroga de un mes en la aplicación del 25% de aranceles a nuestras exportaciones. Enhorabuena.
Nuestra Presidenta, terminando el gratísimo telefonazo, puso un tuitazo (X, que le dicen), informando que se pospuso por un mes la sentencia de muerte de México. Lo que escribió es poquito distinto:
“1. México reforzará la frontera norte con 10 mil elementos de la Guardia Nacional de forma inmediata, para evitar el tráfico de drogas de México a Estados Unidos, en particular fentanilo. 2. Estados Unidos se compromete a trabajar para evitar el tráfico de armas de alto poder a México. 3. Nuestros equipos empezarán a trabajar hoy mismo en dos vertientes: seguridad y comercio. 4. Se ponen en pausa los aranceles por un mes a partir de ahora”.
No desaprovechó la grata circunstancia la Presidenta,para escribir: “Fue una buena conversación con el presidente Trump con mucho respeto a nuestra relación y la soberanía”.
Ya en el Salón Tesorería, la Presidenta reiteró el contenido de su tuitazo y agregó que ella propuso para siempre la suspensión de los aranceles, pero el “acuerdo” fue por un mes.
No sería correcto ponerse chocantes con la presidenta Sheinbaum, le salió bien la jugada, por más que se pueda suponer que el barbaján del Trump, desde el principio soltó su amenaza para conseguir lo que consiguió.
Gente de buen criterio como el corresponsal en México de la BBC News, Will Grant, comentó ayer que la presidenta Sheinbaum consiguió lo que tanto dijo, la suspensión de último minuto de los aranceles con el agregado de comprometer al Trump a evitar el tráfico de armas a México. Añade don Grant que la Presidenta “logró otro bien vital: tiempo. Ahora tiene varias semanas para desarrollar los puntos acordados en esa llamada telefónica y convertir la suspensión temporal de los aranceles en una permanente”.
Bueno, no es poco. No. Pero no deja de ser un ultimátum como se entiende esa palabra en inglés: una advertencia final, aviso final, una exigencia final, una fecha límite (diccionario Collins: ‘final warning, final demand, deadline’… y ‘deadline’ es fecha mortal).
No hagamos una mexicanada, no es momento de sacar el sombrerón con el patriótico lema de “¡Viva México, cab…!”, sigue sobre la mesa lo que ayer no mencionaron ni nuestra Presidenta ni el barbaján de Mr. Clairol (81, rubio cenizo), eso que el sábado pasado la Casa Blanca afirmó en su “Fact Sheet” (más o menos, nota informativa): “(…) las organizaciones mexicanas de narcotráfico tienen una alianza intolerable con el gobierno de México. El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos (…)”.
Ahí está esa afirmación oficial de los EEUU: el gobierno de México está aliado con las organizaciones mexicanas de narcotráfico. Es muy grave. Es la primera vez desde que somos país, que ninguna otra nación acusa a nuestro gobierno de ser cómplice de criminales. No dijo la Casa Blanca “anteriores gobiernos”, no, dijo “el gobierno de México”… no se necesita intérprete, se refieren al actual gobierno, el de Morena, el que inició con el señor que NO vive en Palenque, no el de doña Sheinbaum que está apenas comenzando.
No lo dijeron por moler, lo dijeron porque tienen información dura: sí hay entre los funcionarios cuatroteros, cómplices del crimen organizado. Muy altos funcionarios.
Ella, nuestra Presidenta, sabe en qué delgado hielo está parada. Tiene el breve plazo de un mes para que el gobierno de EEUU, vea un cambio prometedor.
En un mes, el gobierno de la señora debe probar que esa complicidad está rota. Un mes para tirar peso muerto, como el impresentable y confeso aliado de los carteles, el Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa; o Adán Augusto López Hernández a quien el actual gobernador de Tabasco, Javier May, implica en un “pacto con la delincuencia organizada”; o el tal Rutilio Escandón que dejó en llamas a Chiapas.
También el insufrible Mario Delgado (actual secretario de Educación), señalado por financiar las campañas de Morena con dinero ilícito y de ser investigado en EEUU por vínculos con el Rey del Huachicol, el difunto (asesinado), Sergio Carmona… sin olvidar que su hermano Julio Carmona cruzó la frontera después del asesinato y solicitó al gobierno de los EEUU, sertestigo protegido… dicen que canta muy bonito.
Un mes para aclarar si fueron falsas las acusaciones de junio del 2022, del fallecido Porfirio Muñoz Ledo, en la XL Reunión Plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina: “(…) hay un paquete de poder y ese paquete de poder es una alianza entre el narco y el gobierno”, y que el innombrable que No está en Palenque, tenía que entender que “su contubernio o alianza con el narco no es heredable”.
Señora Presidenta, tiene un mes y como dijo Virgilio (70 a. C.- 19 a. C.), en sus soberbias Geórgicas: el tiempo vuela, bueno, él dijo ‘tempus fugit’.