ERY Acuña
Pues literalmente así terminó el “show mediático” que don Willy preparó con su famosa carta, como un final extraído de la famosa canción de “Los Invasores de Nuevo León”.
Pero el asunto no quedó ahí -hasta ahora- pues provocó que la presidenta Sheinbaum volteara con ojos llenos de fuego a Chiapas, para indagar quién ordenó el envío de esta maquiavélica carta, en un momento tan crítico en toda la historia de las relaciones entre México y Estados Unidos.
Pues mientras la Presidenta de México y todo su equipo diplomático, comercial, financiero, etcétera, están en lucha para evitar que fuerzas militares estadounidenses ingresen a territorio mexicano para venir por “terroristas”, como serían considerados ahora los cárteles de la droga mexicanos si el Congreso de Estados Unidos lo aprueba, don Willy manda cartas a los gringos para, sin pretenderlo o no, darle razones a los gringos de ingresar a México.
La carta de Willy no se pudo generar en un momento más difícil y tenso de la historia, como el que libra ahora nuestra nación por la defensa de nuestra soberanía. ¿Acaso don Willy no ha leído periódicos? ¿No sabe lo que está en juego?
Claro, si don Willy dice tener pruebas, tiene todo el derecho, incluso, la obligación, de acudir a la Fiscalía General de la República a interponer una demanda contra quien así lo desee.
En Chiapas, todos sabemos que don Willy responde a los intereses de Manuel Velasco Coello, no por algo tuvo el honor de fungir como gobernador interino por una semana al final del gobierno del ahora senador del Partido Verde.
Hasta el mismo exgobernador Pablo Salazar, hombre cercano al gobernador Eduardo Ramírez, tuvo que salir a los medios a criticar la carta del señor Ochoa, para desmarcar -por si acaso le pasó por la cabeza a la señora Presidenta- cualquier duda que pudiese relacionar la carta con el gobierno de la nueva ERA; aunque todos sabemos que es un hecho la ruptura de Velasco Coello con el gobernador Ramírez. Entonces solo queda un camino: el maridaje político de Willy Ochoa con Manuel Velasco.
Entonces, recapitulando, hay tres factores aquí: 1.- don Willy cometió un grave error por el contexto en el que se da, porque se toma como una traición, no a la 4T, si no al Estado Mexicano; 2.- porque quedó la duda si el Senador Manuel Velasco, su cómplice político y amigo, tuvo que ver con esto, y 3.- porque ahora -él, “tan preocupado por las cuentas claras”- volvió a encender la posibilidad de reabrir investigaciones dormidas en su contra, por lavado de dinero y otros delitos, en tiempos del Gobierno del Partido Verde.