
* El aumento del 30 por ciento en la tarifa ha generado inconformidad, ya que el desabasto persiste en varias colonias teniendo que pagar pipas de hasta 500 pesos.
Redacción / Alfaro Noticias
La ciudad de Tapachula enfrenta una crisis hídrica agravada por el desabasto constante en diversas colonias y la proliferación de tomas clandestinas. En colonias como Vida Mejor y La Ceiba, vecinos han reportado entre una semana y más de un mes sin acceso a agua potable. A través de denuncias ciudadanas, los habitantes afirman que han intentado comunicarse con las autoridades correspondientes, sin obtener respuesta.
En la zona suroriente, colonias como 11 de Septiembre, Laureles 1 y 2, San José El Edén, Fraccionamiento Santa Cruz y colonia Azteca presentan una situación similar. Las familias han tenido que recurrir a la compra de agua en pipas o contratar servicios particulares para llenar tanques y tinacos. En algunos casos, este gasto alcanza hasta los 500 pesos por tinaco, lo que representa un problema económico para muchas personas, especialmente durante la temporada de estiaje, cuando la escasez se intensifica.
Según el Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula (Coapatap), aproximadamente seis de cada diez usuarios acceden al agua mediante conexiones irregulares, que incluyen perforaciones en la red principal de distribución o la conexión a tomas de vecinos o familiares.
El exdirector de Coapatap, César García, indicó que esta situación afecta a más del 60 por ciento de las 550 colonias que conforman la mancha urbana de la ciudad. Agregó que el robo de agua impacta directamente a quienes sí pagan por el servicio y complica la operación del sistema hídrico municipal. Señaló que el calentamiento global ha reducido la captación de agua cada año, pero las tomas ilegales han agravado la distribución irregular, especialmente en temporada seca.
Combatir estas conexiones irregulares representa un desafío adicional para el personal operativo de Coapatap. Rafael Alcabala, jefe del área de cortes, explicó que los trabajadores han sido agredidos verbal y físicamente al intentar suspender las tomas clandestinas. Las agresiones han incluido el uso de objetos contundentes, armas blancas y de fuego. Pese a que el robo de agua es una práctica ilegal, actualmente no se aplican sanciones administrativas ni multas; únicamente se otorga un plazo de tres días para regularizar el contrato, antes de proceder al corte del suministro.
A esta problemática se suma el reciente incremento de más del 30 por ciento en las tarifas de agua potable, lo que ha generado inconformidad entre los usuarios. Habitantes de diferentes colonias han reclamado que, a pesar del aumento, el servicio no mejora y el agua continúa sin llegar.