
Sr. López
La abuela la materna, Virgen, la de los siete embarazos, la católica 100 grados ‘proof’ y pocas luces, veneraba a un primo suyo, tío Gaspar, un viejecito que era sacerdote y según ella, un santomisionero en las sierras del norte, por lo que cada año iba a Toluca a conseguir donativos, generosos. Murió el santo, la familia entera fue a la funeraria y la abuela llorosa y rosario en mano, casi sufrió un síncope: en el velorio no estaban otros sacerdotes ni monjas, sino la viuda, hijos y nietos del tío Gaspar. No era sacerdote, nunca fue sacerdote, vivió del cuento, engañando y estafando. Días después, ya serena la abuela, dijo a este menda: -Tan bonito que predicaba… -pues sí.
Hagamos de cuenta que el actual gobierno, el de la señora del segundo piso, no tuviera que resolver los complejos problemas que debe resolver.
Imaginemos que la economía no fuera a paso redoblado rumbo a un ínfimo crecimiento este año y nulo el siguiente. Que la seguridad no fuera un desastre en amplias regiones del país y que los cárteles del crimen organizado no controlaran algunos estados, mandaran en muchos, muchísimos municipios, y no fueran en esa medida, una real amenaza al Estado mexicano. Que no estuviera carcomido por la corrupción el andamiaje institucional del gobierno federal. Que el sistema de salud no estuviera en la ruina y que la educación pública no diera lástima.
Sí, imaginemos que la señora que echa porras para que se oigan en Palenque, no tuviera que lidiar con secretarios de su gabinete que son muy atentos con ella pero las órdenes las reciben del que NO vive enPalenque (señito… señito… las porras se deben oír hasta Cayo Piedra, Cuba). Que el partido, su partido, Morena, no lo mangoneara el hijo del gran ausente siempre presente. Que en el Congreso no le jugaran las contras. Que el proceso de elección del Poder Judicial no fuera otra secuela de ‘La risa en vacaciones’.
Hay más temas de esos de ¡y retiemble en sus centros!, pero aun si todo estuviera resuelto o se estuviera resolviendo, sigue el elefante en la sala (eneste caso, en el patio central de Palacio Nacional): los EEUU.
El gobierno de los EEUU está convencido de que el régimen actual es cómplice del crimen organizado; no son “versiones” ni información de “fuentes que pidieron el anonimato”, no, es lo que dice el quinto párrafo de la nota informativa (‘Fact Sheet’), que publicó la Casa Blanca en 1 de febrero de este año:
“Adicionalmente, las organizaciones mexicanas de narcotraficantes mantienen una alianza intolerable con el gobierno de México. El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros para que los cárteles se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de estadounidenses. Esta alianza pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos, y debemos erradicar la influencia de estos peligrosos cárteles”.
Seguramente usted ya lo sabía. Se lo repite este menda porque la cosa se está poniendo color de hormiga. Quien en el gobierno federal crea que allá en el país vecino del norte, es como acá que las cosas se enfrían y pasan al olvido, se equivoca mucho. No se trata de que los yanquis sean una mezcla de Superman y San Francisco de Asís, no, se trata precisamente, de todo lo contrario: son implacables impíos y despiadados cuando de sus intereses se trata… y cuando dicen “debemos erradicar”, no es broma.
También se equivocan los que confían en que doña Sheinbaum le concederá sus caprichos al tal Trump y que así, podrá sortear la grave acusación de esa “alianza intolerable”, porque ya los declararon “organizaciones terroristas” y el aparato de inteligencia, el policial y el judicial de los EEUU, procederán sin remilgos ni consideraciones políticas (como en el caso Cienfuegos, tan penoso).
Los declararon terroristas, no para invadir a México (no están locos), ni para actuar contra el lavado de dinero y las finanzas de los cárteles, que sin esa declaración igual les podían imponer con otra ley, la ‘Ley de capos’ (Kingpin Act), sino para poder investigar y detener a cualquiera que tenga algún nexo con los cárteles, sin tener que justificar antes una amenaza a algún ciudadano de allá… y cualquiera, es cualquiera, aunque sea un político nuestro de esos muy petacones, por “algún nexo”, así de laxo.
Aparte, parece que a nuestro gobierno ya se le olvidó que uno que era Senador, acusó públicamente y varias veces, al que vivía en Palacio Nacional, de “tener acuerdos con los cárteles mexicanos de la droga”, y que ese senador ahora es el jefe del Departamento de Estado, Marco Rubio.
Y encima, ya no se puede uno hacer como que no se entera de cuando menos un proceso judicial en marcha en una Corte Federal de Nueva York, que ya publicó con la firma de Anabel Hernández, la muy seria Deutsche Welle, poderoso medio de comunicación financiado por el gobierno alemán, que no se presta a pelotazos ni notas inventadas.
Informa Anabel Hernández que en el expediente “haytestimonios directos, en audio y video de operadores electorales de Morena”, sobre “como el Cartel de Sinaloa, Cartel del Noreste y Cartel del Golfo (…)financiaron campañas políticas de candidatos del partido oficial Morena entre 2018 y 2024”.
Supuestamente, están embarrados “los gobiernos morenistas de Nayarit, Tabasco, Sonora, Baja California, Campeche, Michoacán y Colima, y la Secretaria del Bienestar, responsable de administrar los programas sociales (…)”.
Como antes imaginamos que todo va requetebien, entonces ahora digamos que no hay tal proceso judicial en marcha contra quien fue Presidente de México y algunos de sus compañeros mártires. Está bien. Pero eso no desaparece el comunicado oficial de la Casa Blanca, el de la “alianza intolerable”.
Ayer doña Sheinbaum dijo que lo del narco-rancho en Teuchitlán, Jalisco, no será, no es su “talón de Aquiles”. Es cierto, ya se va a enterar que ese señor que admira, el que habla tan bonito, ése es su Talón de Aquiles.