Rodulfo Reyes
La “protesta” de ayer de un grupo de “personas” que en forma ruidosa exigió la “destitucion” del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, general Víctor Hugo Chávez Martínez, por el aumento de la inseguridad, puede ser cualquier cosa, hasta un acto de beatificación, menos una auténtica manifestación.
Esa congregación de “ciudadanos” viene a ser la segunda voz que demanda la salida del brigadier.
Antes de ayer, bandas delincuenciales han colgado mantas con el señalamiento de que el militar favorece a una cofradía criminal con presencia nacional.
Ahora mismo, hace unos días que detonó la violencia por la misma causa, la delincuencia dejó cartulinas donde le ofrece al gobernador Javier May Rodríguez “regresar la paz” al estado si cambia a su secretario de Seguridad.
La política se ha metido en ese tema: en días pasados el diputado federal del PRI, Erubiel Alonso Que, exigió la remoción de Chávez Martínez por el aumento de la violencia, la misma carta argumentativa de los “espontáneos” que ayer le azotaron las puertas del palacio estatal.
Cuando el priísta fue presidente de su partido, durante el gobierno del perredista Arturo Núñez Jiménez, ¿alguna vez tomó los micrófonos para denunciar el clima de inseguridad que ya se vivía?
¿O durante la administración de Adán Augusto López Hernández, que terminó su suplente de toda la vida, Carlos Manuel Merino Campos, hizo algún pronunciamiento en contra del grupo delictivo que entonces adquirió carta de naturalización?
De ninguna manera. El priísta fue condescendiente con el gobierno de Núñez, en ese y en otros temas que ameritaban la crítica de la oposición.
La “noticia” de la protesta “ciudadana” de ayer fue celebrada por la oposición. Vea:
“Arranca la segunda quincena de este nuevo Gobierno con una manifestación en Palacio de Gobierno.
“Un grupo de personas de diferentes colonias de Villahermosa se manifiestan afuera del palacio de gobierno para exigir justicia y un alto a la violencia, ya que diariamente hay ejecuciones y operativos que los mantienen en el temor.
“Piden la destitución del Secretario de Seguridad, Víctor Hugo Chávez. Ante la multitud, las puertas del recinto fueron cerradas y resguardadas por policías estatales.
“Es impresionante el grado de descomposición en que dejó el anterior gobierno de Morena a Tabasco”.
Esa redacción no es de ninguna agencia de noticias o algo parecido.
No. Se trata de un texto difundido por un opositor, cuya postura contra el régimen raya en lo enfermizo, y por eso no debe mencionársele.
La “manifestación” en Plaza de Armas fue reforzada por el escenario de miedo entre la noche del martes y ayer miércoles.
En ese lapso, se registraron por lo menos ocho hechos de violencia, entre estos un ataque a policías que dejó un uniformado herido, y el homicidio de una mujer en Cunduacán.
Ahora bien, en Tabasco nunca han salido tabasqueños “espontáneos” a protestas callejeras por la inseguridad.
Quizá el único antecedente se dio en la administración de Andrés Granier Melo, cuando un sector de la sociedad civil, aunque alentado desde el gobierno, salió a pedir “paz”, con el desafortunado saldo del asesinato de un comunicador, Alejandro Zenón Fonseca, el Padrino, quien el 23 de septiembre de 2008 fue bajado a balazos de una escalera mientras colocaba una manta en Tabasco 2000 para exigir que cesaran delitos como el secuestro.
Por eso hay bases para afirmar que la “manifestación” de ayer tiene trasfondo, que puede encontrarse en los actores que, como esos “ciudadanos”, se han manifestado de la misma forma por la destitucion del general brigadier, cuya última medida contra el crimen fue nombrar a 11 mayores en activo que dependerán directamente de él en igual número de ayuntamientos morenistas.
Recuérdese que en otras entidades con alta presencia criminal, como Chiapas y Guerrero, los delincuentes usan como escudo a la población civil para pedir la salida del Ejército Mexicano y de fuerzas federales.
Si había alguna posibilidad de que, para distender la situación del estado, el gobierno sopesara relevar a su mando policiaco, esa eventualidad terminó ayer que quedó de manifiesto que se trata de una estrategia orquestada la “solicitud” del cese.