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Tabasco: Lo que no se dice de la violencia / De Primera Mano 

Tabasco: Lo que no se dice de la violencia / De Primera Mano 
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Rodulfo Reyes 

No se puede ocultar, y mucho menos dejar de informar, que Tabasco se tambalea por la peor crisis de inseguridad de su historia. Pero también debe precisarse que a los ríos de sangre corre en paralelo una guerra política con uso de armas nucleares en la que el poder fáctico podría igualar en recursos al mismo Estado (con mayúsculas).

            Que se ha politizado el tema puede verse a partir de estas cuentas de primaria sacadas al vuelo: 

         1) El gobernador Javier May Rodríguez lleva tres meses y medio al frente de Plaza de Armas y ya se está pidiendo su cabeza.

          2) Si el actual ciclo de sangre empezó el 22 de diciembre de 2023 con un pleito entre iguales en una residencia del fraccionamiento Campestre de Tabasco 2000, el anterior gobernador sustituto, Carlos Manuel Merino Campos, que terminó la gestión de su jefe Adán Augusto López Hernández en septiembre de 2024,

fue el responsable del estado durante ¡nueve meses! de sucesos de sangre y ni el ex mandatario priísta Manuel Andrade Díaz ni Oscar Cantón Zetina ni ningún otro allegado al hoy senador Adán López osaron importunar con el pétalo de una crítica al que siempre ha sido auxiliar del ex secretario de Gobernación. 

         Esto es, con tres meses y medio al frente de Tabasco, a May ya le piden que se vaya bajo el señalamiento de no poder combatir un problema a todas luces heredado. 

         En cambio, a Merino, que estuvo un semestre y medio con una violencia al alza, todavía le alcanzó para ser “premiado” con la dirección de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).

          Si esa aritmética de la política no fuera suficiente para explicar que no cuadra la matemática de los reclamos políticos contra May, hay otro dato duro que ayudará a explicar con ábaco la ecuación:

          Que el senador morenista Oscar Cantón haya sido llevado a un programa de radio a literalmente pedir la renuncia del mandatario “por no poder” con el problema, podría entenderse por la biografía del susodicho, que en las numerosas organizaciones políticas en que ha militado ha mostrado un apetito voraz para escalar posiciones sin tentarse el corazón para dispararle a sus jefes. 

         Pero esa consideración adquiere otra tonalidad cuando al día siguiente el mismo medio hace un enlace vía zoom con el diputado federal del PRI Rubén Moreira para continuar amartillando la pistola en la sien del mandamás choco.

         Aquí y en China esa “coincidencia” entre dos fuentes de manera escalonado para alzar la voz en demanda de lo mismo se llama “complot”.

          Pero si ese criterio indiscutible fuera poco para creer que está en marcha una campaña de políticos opositores y aun morenistas, sobre todo de adancistas, ahí está el fondo mismo del problema, que es el origen.

         El gobernador ya dijo con todas sus letras a quien responsabiliza de estar detrás del grupo delictivo que ha teñido de rojo al edén. 

        Más aún: ya emplazó a Adán López y a su auxiliar Merino para que expliquen si tenían pacto alguno con la delincuencia criolla.

          De acuerdo con diversas fuentes, como el portal La Política online, es Adán López el que está operando vía Oscar Cantón la caída de Javier May

         Esta versión se nutre con el hecho de que la guerra mediática contra May la enderezan políticos cercanos al presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado como el propio Manuel Andrade, quien está desautorizado para hacer señalamientos en temas relacionados con el crimen organizado porque arrastra una cola del volumen de su cuantiosa participación en las redes sociales. 

         No ha explicado al ahora tintoker porque quien fuera su jefe policiaco estuvo recluído en un penal federal bajo el señalamiento (así consta en el expediente de la Fiscalía General de la República) de haber ordenado el atentado fallido en marzo de 2007 contra el general Francisco Fernández Solís, entonces secretario de Seguridad Pública de la administración de Andrés Granier Melo

          Y de la participación de Cantón en la maniobra  para que renuncie el titular del Ejecutivo solo puede decirse que sus jefes de ocasión se equivocaron de ficha por la razón fuera de duda de que el presunto aspirante a relevar a Maycarece de biografía para sentarse en Plaza de Armas.

         Vaya, es más fácil que el reportero vaya a la Luna a que ese político tabasqueño de historia mortecina sea gobernador de Tabasco.

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