Rodulfo Reyes
En el último informe gubernamental del sexenio iniciado por Adán Augusto López Hernández, el mandatario interino Carlos Manuel Merino Campos describió a Tabasco como un paraíso en materia de seguridad: en esta administración, celebró, los delitos se redujeron en un 80 por ciento.
Pero mientras este domingo el funcionario, quien ha sido “sustituto” del ex secretario de Gobernación cuando este no ha terminado algún cargo de elección (una diputación local, una senaduría y ahora la gubernatura) aseguraba que el edén es un estado seguro, seguían apareciendo en diversos puntos del territorio cuerpos desmembrados con huellas de tortura.
En el cierre de la gestión en la que se asegura que sigue mandando López Hernández, próximo presidente de la Cámara de Senadores, el capi Merino afirmó que de 2019 a la fecha los delitos se contrajeron en un 80 por ciento en Tabasco.
Aseveró que este gobierno articuló estrategias diarias desde la Mesa para la Construcción de la Paz y la Seguridad.
De 2013 a 2018 se registraron 324 mil 160 delitos, mientras que en la actual administración (2019-2024) la cifra se mantiene en 258 mil 552, afirmó.
“Transformamos la realidad adversa y funesta vivida en épocas anteriores, reduciendo notablemente la incidencia delictiva; el resultado de la reconciliación en materia de seguridad y prevención del delito, fue la reducción de un 80 por ciento de los delitos”, señaló entre aplausos.
Para Merino Campos ha habido una merma en los delitos de alto impacto por la colaboración con las fuerzas federales en el operativo Tabasco Seguro.
El funcionario, al que en redes sociales se ha bautizado como “florero” por estar de “adorno” en la Quinta Grijalva, se alejó, pero por mucho, de la realidad que padece la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el último año del gobierno anterior, del perredista Arturo Núñez Jiménez (2018), se cometieron 570 homicidios dolosos.
Para el primer año de la administración de Adán López el número saltó a 670.
De enero a junio de 2024 ya se habían registrado 435 homicidios dolosos, lo que indica que este año será el más violento en la historia del edén.
Los delitos de alto impacto, sobre todo el homicidio doloso, son los que más repercuten en la sociedad.
En la entidad desde enero pasado la inseguridad, en su modalidad de narcotráfico, se ha normalizado, a pesar de que desde entonces hay un fuerte operativo con fuerzas federales que prácticamente se han puesto al frente del combate al crimen organizado.
En Tabasco, de un tiempo a la fecha, lo mismo dejan cabezas humanas en un kínder de Macuspana que acribillan a personas mientras duermen en sus casas, y asesinan a mujeres delante de sus hijos menores.
Un recuento en medios digitales (la prensa tradicional aborda poco la nota roja) indica que a diario hay “ejecuciones” en el territorio tabasqueño; se ha llegado a contabilizar hasta nueve en un día.
Y el terror se multiplica porque los grupos delictivos suben a plataformas de internet el momento en que les descuelgan la cabeza a sus víctimas, que aún están vivas antes de que los reduzcan a troncos sanguinolentos.
En el otrora edén las redes sociales se han poblado de videos que muestran cómo jóvenes se divierten mientras destazan los cuerpos de sus víctimas, sin cuidarse que los identifiquen.
En este estado es que el gobernador interino dice que en los últimos seis años los delitos han decrecido un 80 por ciento.
En los medios que este lunes publicaron la declaración de Merino, sus páginas electrónicas se llenaron de insultos para el político que toda su vida pública ha estado ligado a Adán López.
También se burlaron de él la semana pasada que la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo informó que había invitado a colaborar con ella a los cinco gobernadores que en breve dejarán sus cargos, entre ellos el de Tabasco.
Con aires de suficiencia, Merino manejó la información como si se hubiera tratado de una invitación personalizada.
“Hay alguna plática por ahí”, dijo con el tono y la mirada de alguien que sabe valorado su trabajo y que se siente indispensable.
Tal actitud provocó un “meme” que circuló profusamente en internet: el capi convertido en “florero” con la pregunta en dónde lo acomodaría Sheinbaum para “adornar” Palacio Nacional.