Rodulfo Reyes
A pesar de que fueron un desastre los gobiernos de Arturo Núñez Jiménez y Adán Augusto López Hernández, ambos palomeados por Andrés Manuel López Obrador, la marca vinotinto está tan fuerte en Tabasco que el 2 de junio se vaticina la victoria sobrada de Javier May Rodríguez, candidato a la gubernatura por Morena-PT-PVEM.
En las elecciones inmediatas anteriores, las de 2018, el factor López Obrador fue esencial para que se rompiera récord en asistencia a las urnas con el 70 por ciento de participación.
Con el concurso de siete de cada 10 tabasqueños con credencial de elector, la de hace seis años ha sido la más jornada electoral más concurrida del edén, merced al escenario inédito de que por primera vez un paisano de Carlos Pellicer iba por la silla del águila.
A pesar de que en esos momentos había un gobernador perredista, Arturo Núñez, que había llegado a la Quinta Grijalva apadrinado por Andrés Manuel, los tabasqueños le dieron la espalda al candidato del PRD, Gerardo GaudianoRovirosa, y fueron en forma atropellada a votar por Adán López, entonces operador político del hoy presidente de la república.
Por la popularidad del de Macuspana, López Hernández se hizo del 61 por ciento de los votos; Gaudiano se quedó con 19 por ciento, pero la competencia fue desigual por el fenómeno AMLO y por el respaldo de Núñez a Morena.
La prueba de que Núñez apuntaló a Andrés Manuel y traicionó al sol azteca es que durante las campañas, en varias ocasiones Adán López le hizo reconocimientos públicos por “no meterse” en las campañas, el mismo discurso que López Obrador manejó a favor del presidente priísta Enrique Peña Nieto.
El ahora candidato a senador plurinominal llegó al extremo de reconocer los programas sociales de la esposa del mandatario, Martha Lilia López Aguilera, aunque al inicio de su mandato mandó a auditar al DIF estatal y denunció irregularidades por unos cuatro mil millones de pesos en la administración de Núñez.
Pero la batida de Adán López contra Arturo Núñezterminó en agosto de 2019, unos meses después de arrancada la actual administración, cuando el presidente López Obrador vino a Tabasco y en una rueda de prensa mañanera dijo que no iba “a perseguir” al ex mandatario tabasqueño, pues él no era hombre de rencores ni de venganzas.
Más allá de la corrupción denunciada por Adán López, el gobierno de Núñez ha sido el peor, por lo menos en cuanto obra pública:
En los seis años de la gestión del perredista, cuyo hijo Néstor participa en el equipo de campaña de Claudia Sheinbaum, solo se construyó un puente a desnivel en la entrada de Pomoca, la población más habitada del municipio conurbado de Nacajuca.
Para variar, dicho paso a desnivel estuvo mal construido.
A punto de concluir la administración de Adán López, que en 2022 pidió licencia para ocupar la Secretaría de Gobernación para de ahí saltar a una precandidatura presidencial, aunque sigue mandando en Tabasco, nada más se han edificado dos puentes a desnivel.
Las dos obras aún no se concluyen y tienen problemas estructurales, sin que las autoridades les hayan abierto al menos algún procedimiento administrativo a las empresas encargadas de su edificación.
Una manera de ver que el gobierno morenista de Tabasco se encuentra reprobado por la ciudadanía es que en las elecciones primarias del vinotinto por la candidatura presidencial, el tabasqueño Adán López quedó en cuarto lugar en su propia tierra.
A diferencia del senador Ricardo Monreal Ávila que ganó la encuesta en su tierra Zacatecas, López Hernándezse desfondó en el edén, siendo superado hasta por el diputado petista Gerardo Fernández Noroña.
Las escasas veces que Adán López ha venido a su entidad natal, ha recibido abucheos por parte de sus paisanos.
Hoy el mandatario con licencia que al arranque de su gestión decía que su corriente política iba a gobernar 18 años en la tierra de AMLO, es el coordinador de la campaña por la gubernatura de su partido en Morelos, entidad donde las encuestas no le favorecen al vinotinto.
A pesar de que, en resumen, puede asegurarse que las administraciones de Arturo Núñez y de López Hernándezhan sido las peores de este siglo, ambas con el sellolopezobradorista, Javier May se perfila para ganar con la mano en la cintura.
Sin el efecto que ha representado que AMLO vaya en las boletas, todas las encuestas ubican al ex titular de Fonatur con una ventaja que oscila entre 20 y 50 puntos.
Vaya, ni sumando la intención del voto de los tres abanderados de la oposición con el porcentaje de ciudadanos indecisos se le podría ganar a May, el tercer recomendado de López Obrador para la Quinta Grijalva.
Los problemas, hasta eso menores, que enfrenta Mayes por la división interna causada por los seguidores de Adán López, que en varios municipios se separaron de Morena para dar la pelea a través de otros partidos.
De hecho, los municipios en donde el partido en el gobierno podría sufrir derrotas, son en los que los partidarios del ex secretario de Gobernación aceptaron candidaturas de otras fuerzas políticas.