Por Rodulfo Reyes
Para tratar de descarrilar a Javier May Rodríguez, virtual abanderado de Morena al gobierno de Tabasco, se ha comenzado a diseminar la versión de que resultaron “un desastre” los dos anteriores recomendados de Andrés Manuel López Obrador para despachar en la Quinta Grijalva. Y es que Arturo Núñez Jiménez y Adán Augusto López Hernández se disputan el lugar, ganado a pulso, de peor gobernador de la historia.
Los últimos dos titulares del poder Ejecutivo local, según diversas fuentes, han encabezado las administraciones más oscuras en la vida de los tabasqueños, si bien en descargo del nuevo aspirante a Plaza de Armas puede decirse que es el primero –bajo el reinado del de Macuspana– que no ha sido engendrado en el PRI, y que su formación y militancia se ha dado en el vientre mismo del llamado lopezobradorismo.
May camina con AMLO desde 1988 en el desaparecido Frente Democrático Nacional (FDN), en el PRD y en Morena desde su fundación en 2014, siendo de los pocos tabasqueños que lo siguieron en la aventura que lo llevó a Palacio Nacional.
En cambio Núñez Jiménez se moldeó en el PRI del veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios, a quien se ha referido como su maestro.
Y Adán López, antes de entrar al lopezobradorismo, “aprendió” en el gobierno interino de Manuel Gurría Ordóñez (1992-1994), de quien hizo un reconocimiento público en 2019 que rindió protesta como mandatario de Tabasco en presencia del actual Presidente.
López Hernández también es cercano del ex gobernador Roberto Madrazo Pintado, al punto de que en 2000 fue coordinador de campaña del priísta Manuel Andrade Díaz, mas esas elecciones fueron anuladas porque el Tribunal Superior del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) encontró que el Revolucionario Institucional le había hecho trampa al abanderado perredista Raúl Ojeda Zubieta.
La prueba de que Adán López es hechura de Gurría y Madrazo es que durante la pasada precampaña presidencial del vinotinto, ambos apuntalaron a la entonces corcholata tabasqueña en la operación política con sectores de poder donde ellos tienen presencia.
En resumen, Núñez y Adán López, si bien lograron gobernar el estado por decisión de López Obrador, habían sido cincelados en la política con priístas de la peor calaña y terminaron distanciados de su segundo mentor.
Esto, sin embargo, no exime de responsabilidad al de Macuspana por haber sido quien –con su clásico lo que diga mi dedito– los sentó en Plaza de Armas.
Ahora, a casi 12 años de que López Obrador pudo imponerlos como gobernantes, la crítica que se le hace es que existe el riesgo de que Javier May le falle a los tabasqueños como los dos anteriores.
Esto es, lo quieren meter en el mismo costal. Pero por no haberse esculpido en las entrañas del viejo sistema político mexicano, el ex titular de Fonatur está obligado con la historia a no incurrir en las mismas conductas que sus antecesores.
Para su información…
1.- La mejor prueba de que los comicios para alcaldes y diputados de junio próximo serán un referéndum para las actuales autoridades municipales, es que en las localidades en que peligra la hegemonía de Morena es en donde la ciudadanía tiene mal calificados a sus ediles. Por lo menos son 11 de 17 ayuntamientos en los que se le puede complicar la elección al partido gobernante. Son pocos, contados, donde se tiene la victoria asegurada: Centro, Macuspana y Huimanguillo, cuyos alcaldes (Yolanda Osuna Huerta, Julio Gutiérrez Bocanegra y Oscar Ferrer Ábalos, respectivamente) logran la mayor aprobación de sus conciudadanos, según estudios publicados recientemente. La primera ganó la encuesta para buscar la reelección, mientras Gutiérrez salió en primer lugar en el levantamiento para diputado federal por el primer distrito; el tercero no quiso participar en la jornada próxima.
2.- La afirmación del ex priísta Jesús Alí de la Torre de que aventaja en la intención del voto a los aspirantes a la presidencia municipal de Centro, provocó la respuesta airada del diputado local Jorge Bracamonte, quien lo emplazó a medirse en un sondeo. Alí fue alcalde de la capital en el trienio 2009-2012, pero pidió licencia el último año para buscar la gubernatura por el PRI, pasando a la historia como el primer priísta en perder la Quinta Grijalva. Curiosamente, los sufragios que lo llevaron a la derrota se los dieron al PRD los habitantes de la localidad que venía de gobernar. En 2018 fue candidato “independiente” a la gubernatura y no sacó ni el 1 % de la votación. A finales de diciembre, Parametría lo desmintió por la publicación de una encuesta atribuida a esa empresa y que lo ponía arriba. A partir de entonces el ex delegado del Infonavit insiste en “ir arriba” en las preferencias en su (nuevo) partido, aunque el levantamiento ya se hizo y salió arriba Yolanda Osuna.
Tabasco: Arturo Núñez, Adán López y Javier May
De Primera Mano
31 de enero, 2024
Por Rodulfo Reyes
Para tratar de descarrilar a Javier May Rodríguez, virtual abanderado de Morena al gobierno de Tabasco, se ha comenzado a diseminar la versión de que resultaron “un desastre” los dos anteriores recomendados de Andrés Manuel López Obrador para despachar en la Quinta Grijalva. Y es que Arturo Núñez Jiménez y Adán Augusto López Hernández se disputan el lugar, ganado a pulso, de peor gobernador de la historia.
Los últimos dos titulares del poder Ejecutivo local, según diversas fuentes, han encabezado las administraciones más oscuras en la vida de los tabasqueños, si bien en descargo del nuevo aspirante a Plaza de Armas puede decirse que es el primero –bajo el reinado del de Macuspana– que no ha sido engendrado en el PRI, y que su formación y militancia se ha dado en el vientre mismo del llamado lopezobradorismo.
May camina con AMLO desde 1988 en el desaparecido Frente Democrático Nacional (FDN), en el PRD y en Morena desde su fundación en 2014, siendo de los pocos tabasqueños que lo siguieron en la aventura que lo llevó a Palacio Nacional.
En cambio Núñez Jiménez se moldeó en el PRI del veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios, a quien se ha referido como su maestro.
Y Adán López, antes de entrar al lopezobradorismo, “aprendió” en el gobierno interino de Manuel Gurría Ordóñez (1992-1994), de quien hizo un reconocimiento público en 2019 que rindió protesta como mandatario de Tabasco en presencia del actual Presidente.
López Hernández también es cercano del ex gobernador Roberto Madrazo Pintado, al punto de que en 2000 fue coordinador de campaña del priísta Manuel Andrade Díaz, mas esas elecciones fueron anuladas porque el Tribunal Superior del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) encontró que el Revolucionario Institucional le había hecho trampa al abanderado perredista Raúl Ojeda Zubieta.
La prueba de que Adán López es hechura de Gurría y Madrazo es que durante la pasada precampaña presidencial del vinotinto, ambos apuntalaron a la entonces corcholata tabasqueña en la operación política con sectores de poder donde ellos tienen presencia.
En resumen, Núñez y Adán López, si bien lograron gobernar el estado por decisión de López Obrador, habían sido cincelados en la política con priístas de la peor calaña y terminaron distanciados de su segundo mentor.
Esto, sin embargo, no exime de responsabilidad al de Macuspana por haber sido quien –con su clásico lo que diga mi dedito– los sentó en Plaza de Armas.
Ahora, a casi 12 años de que López Obrador pudo imponerlos como gobernantes, la crítica que se le hace es que existe el riesgo de que Javier May le falle a los tabasqueños como los dos anteriores.
Esto es, lo quieren meter en el mismo costal. Pero por no haberse esculpido en las entrañas del viejo sistema político mexicano, el ex titular de Fonatur está obligado con la historia a no incurrir en las mismas conductas que sus antecesores.
Para su información…
1.- La mejor prueba de que los comicios para alcaldes y diputados de junio próximo serán un referéndum para las actuales autoridades municipales, es que en las localidades en que peligra la hegemonía de Morena es en donde la ciudadanía tiene mal calificados a sus ediles. Por lo menos son 11 de 17 ayuntamientos en los que se le puede complicar la elección al partido gobernante. Son pocos, contados, donde se tiene la victoria asegurada: Centro, Macuspana y Huimanguillo, cuyos alcaldes (Yolanda Osuna Huerta, Julio Gutiérrez Bocanegra y Oscar Ferrer Ábalos, respectivamente) logran la mayor aprobación de sus conciudadanos, según estudios publicados recientemente. La primera ganó la encuesta para buscar la reelección, mientras Gutiérrez salió en primer lugar en el levantamiento para diputado federal por el primer distrito; el tercero no quiso participar en la jornada próxima.
2.- La afirmación del ex priísta Jesús Alí de la Torre de que aventaja en la intención del voto a los aspirantes a la presidencia municipal de Centro, provocó la respuesta airada del diputado local Jorge Bracamonte, quien lo emplazó a medirse en un sondeo. Alí fue alcalde de la capital en el trienio 2009-2012, pero pidió licencia el último año para buscar la gubernatura por el PRI, pasando a la historia como el primer priísta en perder la Quinta Grijalva. Curiosamente, los sufragios que lo llevaron a la derrota se los dieron al PRD los habitantes de la localidad que venía de gobernar. En 2018 fue candidato “independiente” a la gubernatura y no sacó ni el 1 % de la votación. A finales de diciembre, Parametría lo desmintió por la publicación de una encuesta atribuida a esa empresa y que lo ponía arriba. A partir de entonces el ex delegado del Infonavit insiste en “ir arriba” en las preferencias en su (nuevo) partido, aunque el levantamiento ya se hizo y salió arriba Yolanda Osuna.