* Las Abejas de Acteal critican la impunidad y el aparente desinterés del gobierno, señalando que la inseguridad ha provocado el desplazamiento forzado de al menos 2 mil personas.
Redacción / Alfaro Noticias
Las comunidades tzotziles en Los Altos de Chiapas viven una escalada de violencia que recuerda a los días previos a la masacre de Acteal en 1997. La organización civil Las Abejas de Acteal ha alertado sobre la similitud entre la situación actual y la tragedia perpetrada por paramilitares priístas hace casi tres décadas. A raíz de los recientes enfrentamientos entre grupos criminales, más de 2 mil indígenas han sido desplazados.
Guadalupe Vázquez Luna, sobreviviente de la masacre y miembro de Las Abejas, expresó con preocupación: “Estamos reviviendo lo que vivimos en 1997”. La inseguridad actual es tan palpable que Vázquez Luna y otros miembros de la organización reportan que “la inseguridad es ahora más frecuente, escuchamos balaceras y nos regresa ese miedo, ese dolor, ha sido muy difícil”.
El contexto de la masacre de 1997 estuvo marcado por la violencia entre grupos paramilitares vinculados al PRI y simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). El ataque a la comunidad de Acteal, perpetrado el 22 de diciembre de 1997, resultó en la muerte de 45 personas, incluyendo mujeres embarazadas y niños. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han documentado la violación de derechos humanos y la impunidad que siguió al ataque.
Hoy, la comunidad enfrenta una situación que, según las Abejas de Acteal, refleja la impunidad persistente desde entonces. “Hemos pedido que ya nuestros hijos no pasen lo que nosotros vivimos; nuestros hijos están viviendo esa realidad tan cruel y todo esto es porque el gobierno mexicano lo ha permitido, ¿cómo? Con la impunidad”, declaró Vázquez Luna. Los autores materiales de la masacre, que comenzaron a salir de la cárcel en 2009, “están viviendo en la zona tranquilos, gozando su premio; recibieron cinco hectáreas, reconstruyeron su casa y fueron pensionados”, lamentó.
Las Abejas de Acteal han criticado duramente el trato de las autoridades hacia quienes luchan por la verdad y la justicia. “Los perseguidos y castigados continúan siendo los que luchan por la libertad, la verdad y por justicia, perdonando a los que matan a personas, simulando que no pasa nada”, expresó María Gómez, vocera de la organización.
El conflicto en 1997 se originó en un ambiente de tensión entre los partidarios del EZLN y los miembros del PRI en la región de Chenalhó. Los ataques previos a la masacre incluyeron homicidios y desapariciones, lo que forzó a unas 12 mil personas a abandonar sus hogares. La masacre de Acteal, que dejó 45 muertos y 26 heridos graves, fue el punto culminante de este conflicto, y ha dejado una marca indeleble en la memoria de la comunidad. Con información de La Jornada.