Sr. López
Tía Marita (del lado materno-toluqueño), destacaba por dos cosas: era tonta de capirote y rica como Creso. Las dos cosas por herencia. Tuvo cinco hijos, tres mujeres y dos hombres. Enviudó. Las nenas crecieron, se casaron y la hicieron repetidamente abuela. Los varones (Enrique y Lalo), también. Los hijos, vivían cuidando que su mamá no hiciera estupideces que menguaran la masa de su previsible herencia, pero Lalo, el menor de todos, le daba la razón en todo. Así, tía Marita se fue haciendo viejita y desconfiada de los cuatro hijos que la contradecían, adorando al que le daba por su lado en todo. Ya fiambre tía Marita, Lalo fue el que más lamentó el cuerno retorcido que les tocó de herencia. Dejó deudas la tía. Sus cuatro hermanos mayores lo veían feo. Pobre murió tía Marita.
Ayer lunes, durante la madrugadora conferencia de prensa presidencial, sucedió algo interesante (hasta despertaron algunos reporteros). La cosa fue porque uno de los desmañanados (Arturo Rodríguez García, de Proceso), le preguntó acerca de la compra de Fertinal en el sexenio pasado, cuestión que nuestro Presidente aprovechó para comentar que “los medios de comunicación no reportaron la política de saqueo del llamado periodo neoliberal” (acusación grave y gorda, que ameritaría la aportación de alguna prueba), y seguramente ahí hubiera quedado la cosa, de no ser porque nuestro Presidente arremetió contra la revista.
Transcribe este menda parte del desaguisado… mire usted:
“Proceso, Arturo Rodríguez García (ARG): En esta edición de la revista se documentó la probable implicación del señor Ricardo Salinas Pliego en operaciones relacionadas con la empresa Fertinal. El planteamiento sería si usted tenía conocimiento de este asunto, sí aun así lo mantiene en su consejo asesor. Y finalmente ¿cuál es la información que tiene actualmente sobre la situación con las empresas de fertilizantes? Gracias.
(O sea, pregunta de esas que enchilan).
Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO): Se está haciendo una revisión sobre esto en el terreno de lo judicial (…) Si no hay denuncia en lo judicial, no podemos nosotros descalificar a nadie, nosotros vamos a actuar siempre con apego a la legalidad. He dicho que sí hay denuncias deben de proceder, todas las denuncias, no tapar absolutamente nada. Eso es lo que puedo comentar a tu pregunta. ¿Está claro o falta más? ARG: Es claro, no hay denuncia por Fertinal, ¿es lo que me está diciendo?
AMLO: No hay, no existe (…) desde que tomé posesión, dije que íbamos a ver hacia adelante, que proponía lo del punto final, que no pensaba en que le conviniera a la nación meternos, anclarnos en las acusaciones y la persecución política, porque teníamos que ver hacia adelante y es lo que estamos haciendo (…) ARG: Asumo eso como una definición política, no como una omisión.
AMLO: Una definición política y porque ahí mismo aclaré, en mi intervención, que si los ciudadanos, las personas afectadas, las asociaciones, quisieran presentar sus denuncias que iban a tener facilidades (…) Ahí están en falta los medios, con todo respeto, guardaron silencio cómplice (…) ¿Cuáles fueron los medios?, ¿cuáles fueron los periodistas que actuaron con rectitud en todo el periodo neoliberal? (…) La revista Proceso, por ejemplo, no se portó bien con nosotros. No es ningún reproche. ARG: No es papel de los medios portarse bien, Presidente, con alguien.
AMLO: No, pero estamos buscando la transformación y todos los buenos periodistas de la historia siempre han apostado a las transformaciones. ARG: Los periodistas militantes sí, Presidente.
AMLO: Es una visión distinta, sí, pero Zarco estuvo en las filas del movimiento liberal y los Flores Magón, también. ARG: Son 150 años de distancia, presidente.
AMLO: Sí, los periodistas mejores que ha habido en la historia de México, los de la República restaurada, todos, tomaron partido. Y es que es muy cómodo decir: ‘Yo soy independiente o el periodismo no tiene por qué tomar partido, o apostar a la transformación’. Entonces, es nada más analizar la realidad, criticar la realidad, pero no transformarla. ARG: No, es informar, presidente.
AMLO: Sí, pero a veces ni eso. Editorializar para afectar las transformaciones. ARG: Editorializar es también tomar partido, presidente.
AMLO: Sí, pero… ARG: O sea, usted pide que editorialicen nada más a favor de usted…
AMLO: Para el conservadurismo. ARG: No corresponde al papel que…
AMLO: Para conservar, no para transformar, o sea, que es lo que se ha hecho en el caso del Proceso, mucho en ese sentido. Por eso lo leo poco ya, desde que falleció don Julio Scherer, al que admiraba mucho, pero ese es otro asunto. Qué bueno que podamos debatir así. ARG: A sus órdenes”.
… bueno, la pregunta sin responder, fue si mantenía en su consejo asesor a don Salinas Pliego, y el Presidente desempolvó un pleito del siglo XIX, entre liberales y conservadores, que está por verse si le conviene a la patria reactivarlo.
Resucitar el periodismo del siglo XIX, que era parte de la encarnizada lucha política de entonces, no el ejercicio de informar, y en particular resucitar a los Flores Magón es ponerse en riesgo de que alguien recuerde que los honorables hermanos eran anarquistas y planteaban la abolición del Estado y de la propiedad privada. Digo, y si por ahí va la cosa, sería bueno que nos lo dijera nuestro Presidente.
Por cierto los columnistas (que no ‘calumnistas’), sí podemos opinar, expresar el propio punto de vista. Los reporteros y periodistas que informan, no. Y hay mucha diferencia.
Por otro lado, más valdría recuperar la memoria histórica real, en vez de citarla y recordarla (mal), quitando sambenitos de ángeles y demonios a los de cada lado, que hubo conservadores y liberales igual de patriotas… y dejar junto al calefón- del que habla el tango Cambalache-, la versión de mocha historia oficialista resumida de risa, que se anda manejando para darle cuerpo a la 4T, ayuna de ideas, y que si ha de ser, no será a fuerza de dar la razón a tantas sinrazones.
