* El activista Luis García Villagrán critica la política de contención del gobierno actual, denunciando que la situación en el sur ha generado un clima de miedo, secuestros y abusos hacia los migrantes.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró que su gobierno tiene una estrategia clara para abordar la migración ante la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, quien durante su campaña prometió endurecer las políticas migratorias de Estados Unidos. En su conferencia matutina del martes, Sheinbaum afirmó que el gobierno mexicano está preparado para enfrentar los retos migratorios mediante un enfoque que incluye inversión en países de origen, protección a migrantes, y medidas para su incorporación al mercado laboral mexicano.
Sheinbaum aseguró que su administración continúa con la política migratoria de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, con un enfoque de “rescate de migrantes” y un compromiso con la integración de los mismos. También destacó que en casos de tensiones o problemas con la política de EE.UU., México buscará resolverlos mediante el diálogo, pero enfatizó que el país está listo para enfrentar cualquier dificultad en colaboración o de manera independiente si fuera necesario.
Sin embargo, activistas han expresado su desacuerdo con el enfoque de la actual administración en temas migratorios, argumentando que la política de contención en las fronteras del sur de México ha generado un clima de miedo e inseguridad para los migrantes. Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana y acompañante de caravanas migrantes, denunció que la política migratoria mexicana no busca proteger a los migrantes, sino mantenerlos retenidos en regiones como Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, donde enfrentan riesgos de secuestro y violencia.
García Villagrán añadió que la Guardia Nacional y el ejército mexicano no han actuado ante las denuncias de secuestros masivos de migrantes, y subrayó que los migrantes viven en condiciones precarias en el sur del país, expuestos a abusos y sin acceso a servicios básicos. Según el activista, el enfoque de contención ha convertido a varias ciudades del sur en “grandes cárceles migratorias”, aumentando la vulnerabilidad de las personas migrantes ante el crimen organizado.
Las autoridades han sido cuestionadas por su falta de acción ante las denuncias de violencia y abuso hacia los migrantes en zonas de retención. De acuerdo con García Villagrán, aunque se han interpuesto denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR), no se ha visto respuesta efectiva, lo que ha generado frustración y desconfianza en la comunidad migrante y en los defensores de derechos humanos.