Sheinbaum inaugura carretera en San Cristóbal; es interrumpida por protestas sobre violencia
* También anunció que el gobernador saliente, Rutilio Escandón, se integrará a su gabinete.
Redacción / Alfaro Noticias
Durante el fin de semana, la presidenta Claudia Sheinbaum visitó Chiapas para inaugurar la ampliación de la carretera San Cristóbal de Las Casas-Tuxtla Gutiérrez, un proyecto que ha generado controversia por su alto costo y por no cumplir con los estándares internacionales para ser considerada autopista. Con una inversión de mil 45 millones de pesos, la obra fue concesionada a la empresa española Aldesa y cuenta con solo tres carriles, a pesar de que la promesa inicial era la construcción de una autopista. A pesar de las críticas, la inauguración de la modernización de esta vía se realizó como parte de los esfuerzos del gobierno federal para mejorar la infraestructura en el estado.
En el evento, Sheinbaum aprovechó para anunciar que el gobernador saliente, Rutilio Escandón Cadenas, se unirá a su equipo en el gobierno federal. La presidenta destacó la “hermandad” que existe dentro del movimiento de transformación y expresó su confianza en la contribución de Escandón, quien terminará su mandato el 7 de diciembre. La incorporación del gobernador al gobierno de la República es un reconocimiento a su trabajo en el estado y un gesto hacia la continuidad del proyecto político.
Sin embargo, la inauguración de la carretera no fue el único tema del día. Un grupo de desplazados de Pantelhó interrumpió el evento con exigencias de paz y seguridad. Los manifestantes denunciaron la creciente violencia que afecta a su comunidad, donde dos grupos armados se disputan el control, causando enfrentamientos y generando un clima de terror y que además no es la única. Aseguraron que sus familiares permanecen atrapados, sin acceso a alimentos, agua o comunicación, debido al aislamiento de la zona por los enfrentamientos.
Ante las protestas, Sheinbaum reconoció la complejidad del conflicto y se comprometió a atender la situación. Durante su discurso, aseguró que había instruido a la Secretaría de Gobernación para que, junto con el gobernador entrante, Eduardo Ramírez, abordaran el tema de la violencia en el estado. Sin embargo, los desplazados expresaron su desconfianza, recordando que situaciones similares en el pasado no habían recibido respuestas satisfactorias.
El clima de violencia, en particular en los Altos de la región, sigue siendo una de las principales preocupaciones para los habitantes, quienes piden una intervención efectiva del gobierno federal para garantizar la paz en sus comunidades. La creciente inseguridad, derivada de la lucha entre grupos criminales por el control de territorios y actividades ilícitas, sigue dejando a miles de personas atrapadas en medio de una guerra del crimen organizado.