
* Expertos advierten que esta estrategia podría desencadenar represalias comerciales.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que México dará una respuesta integral a la decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones de automóviles y autopartes. Aseguró que su administración tiene la responsabilidad de proteger los empleos y empresas mexicanas, y adelantó que se trabaja en un esquema que permita mitigar el impacto de estas medidas.
Sheinbaum explicó que la orden ejecutiva firmada por Donald Trump incluye excepciones para los países que integran el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que permitirá que algunas piezas y automóviles queden libres de aranceles hasta que se implemente un proceso de identificación de contenido. Además, se están realizando negociaciones con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, para establecer un Sistema de Preferencia que favorezca a la proveeduría mexicana.
Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, detalló que México exporta casi tres millones de vehículos a Estados Unidos y que el 40 por ciento de las autopartes utilizadas en ese país provienen de fábricas mexicanas. En este contexto, destacó que la relación comercial entre ambos países es clave y que se está buscando que los productos mexicanos mantengan un precio competitivo frente a los de otras naciones exportadoras como Alemania, Japón y Corea del Sur.
En contraste, el coordinador del PAN en el Senado, Ricardo Anaya, calificó las negociaciones del gobierno mexicano como un “fracaso rotundo” y advirtió que la economía nacional podría entrar en una profunda recesión. Argumentó que los nuevos aranceles, sumados a los ya impuestos al acero y al aluminio, afectarán severamente a la industria automotriz, que representa el 20% de las exportaciones totales del país.
Anaya criticó la estrategia del gobierno federal y pidió que se abran canales alternos de negociación con el Congreso estadounidense para evitar más afectaciones a la economía. Además, señaló que, aunque los aranceles no entrarán en vigor de inmediato, el proceso de identificación de piezas extranjeras dentro de los automóviles fabricados en México podría acelerar su aplicación.
Mientras tanto, la administración de Sheinbaum mantiene el diálogo con empresas del sector para evaluar medidas que fortalezcan la producción y venta de automóviles dentro del país. La mandataria subrayó que, más allá de la respuesta a Estados Unidos, se busca consolidar el “Plan México” con el objetivo de generar empleo y reducir la pobreza a través del fortalecimiento del mercado interno.