* Un grupo de aproximadamente mil 500 migrantes tiene el objetivo de cruzar antes del 20 de enero debido a las promesas del presidente electo de endurecer las políticas migratorias.
Daniela Alfaro
Una nueva caravana migrante, compuesta por alrededor de mil 500 personas, salió desde Tapachula, en busca de llegar a la frontera de Estados Unidos antes de la toma de posesión de Donald Trump el próximo 20 de enero. Esta es la sexta caravana migrante en menos de dos meses. Migrantes de varios países como Venezuela, Colombia, Guatemala, El Salvador y Honduras forman parte del contingente, que emprende el viaje debido a las promesas del presidente electo de endurecer las políticas migratorias.
La mayoría de los migrantes que integran esta caravana, como el colombiano Yamel Enríquez, tiene la esperanza de lograr una cita para solicitar asilo a través de la aplicación móvil CBP One antes de que Trump asuma nuevamente el poder. “Mi mentalidad es llegar antes que él (Trump) agarre el poder”, expresó Enríquez en una entrevista para Eje Central, quien teme que su solicitud de asilo no sea aceptada si no llega antes del cambio de administración.
Por su parte, la venezolana Zuleika Carreño añadió que su mayor temor es que todo su esfuerzo, tiempo y dinero haya sido en vano si no logra cruzar antes del 20 de enero. Trump ha prometido una “gran operación de deportación” en cuanto asuma la presidencia. La situación ha llevado a muchos a optar por la caravana como una forma de viajar de manera más segura.
La caravana comenzó su recorrido temprano en la mañana, y al mediodía llegó a Huehuetán, donde los migrantes descansaron antes de seguir su camino hacia Huixtla. A lo largo del trayecto, enfrentan diversos retos, incluido el riesgo de ser víctimas del crimen organizado, que esto es cada vez más común en el estado. Para muchos, viajar en grupo es la mejor opción para evitar ataques durante su travesía por el país.
Con el paso de los días, el número de migrantes en esta caravana continúa aumentando. Se estima que unas 5 mil personas están actualmente en camino hacia la frontera norte de México. Aunque algunos migrantes se muestran optimistas respecto a las políticas de inmigración del gobierno de Biden, muchos temen que el endurecimiento de las políticas bajo Trump pueda poner en peligro sus posibilidades de regularizar su situación en Estados Unidos para conseguir un empleo y condiciones de vida.
A pesar del aumento de la migración irregular, el gobierno mexicano ha intensificado los esfuerzos para contener el flujo migratorio en el sur, pero las caravanas cada vez son más frecuentes y más concurridas.