* La medida recibió el respaldo de 284 legisladores de Morena, PT y Partido Verde, mientras que los partidos de oposición, como el PAN y el PRI, protestaron por el proceso.
El Senado de la República y la Cámara de Diputados de México han formalizado la reforma constitucional que establece la supremacía de la Constitución, eliminando la posibilidad de amparos y acciones de inconstitucionalidad en contra de sus modificaciones. La medida fue aprobada en un tiempo récord y cuenta con el respaldo de 284 legisladores de Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde, mientras que los partidos de oposición, como el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, decidieron ausentarse como forma de protesta.
La declaración de esta reforma se produjo tras el respaldo de 23 congresos estatales, superando así el mínimo necesario para su ratificación. Esta acción ha desatado un intenso debate en el seno del Congreso, ya que la oposición argumenta que el proceso fue irregular y careció de la consulta necesaria. La senadora priista Claudia Anaya calificó la situación como una “porquería”, y el líder del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, acusó al gobierno de llevar a cabo un “atropello a la Constitución”.
En el Senado, el presidente de la Cámara, Gerardo Fernández Noroña, se enfrentó verbalmente con Moreno Cárdenas, quien exigió que se permitiera el debate. La situación se tornó tensa, y los senadores de oposición expresaron su descontento con la reforma, sugiriendo que esta podría debilitar la independencia del poder judicial. A pesar de las críticas, los legisladores de Morena defendieron la importancia de la reforma como un paso hacia la consolidación del gobierno del pueblo.
Adán Augusto López Hernández, coordinador de Morena, argumentó que esta reforma responde a un antiguo anhelo en la historia jurídica de México. Según él, la medida busca fortalecer la ley sobre el gobierno de los jueces y garantizar que los intereses del pueblo sean priorizados. En este contexto, el líder de la bancada morenista, Ricardo Monreal, enfatizó que la reforma no elimina los juicios de amparo, sino que busca prevenir abusos judiciales.
La Cámara de Diputados también se pronunció a favor de la reforma, con el presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, declarando su constitucionalidad y enviándola al Senado para su ratificación final. En su intervención, Gutiérrez Luna resaltó la necesidad de reafirmar la inimpugnabilidad de la Constitución y asegurar que los cambios no sean cuestionados por el poder judicial.
El diputado del PAN, Fernando Torres, acusó a Morena y sus aliados de acercarse a lo que fue el régimen del Partido Nacional Socialista en Alemania. “Cada día adoptan más esas prácticas y tratan de socavar el Poder Judicial; lo que ocurrió en Alemania es muy similar, se parecen cada vez más a los nazis”, afirmó.
Por su parte, Margarita Zavala, también diputada del PAN, calificó las reformas a los artículos 105 y 107 de la Constitución como un “paquete de dictadura”.
El proceso legislativo ha puesto de manifiesto la polarización política en el país, con el gobierno defendiendo la reforma como un avance hacia una mayor legitimidad popular, mientras que la oposición sostiene que se atenta contra los principios fundamentales de legalidad y derechos.