* El presupuesto de más de 60 millones de pesos, que espera aprobación en la Cámara de Diputados, permitirá a las tropas desplegadas en la región mantener contacto constante, incluso en zonas remotas.
Redacción / Alfaro Noticias
En un esfuerzo por frenar la creciente presencia del crimen organizado en Chiapas, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha adquirido equipo millonario para reforzar las operaciones de seguridad en el estado. La compra incluye sofisticados sistemas de comunicación, terminales satelitales y dispositivos de transmisión para mejorar la capacidad operativa de las fuerzas armadas en las regiones más afectadas por la violencia, particularmente en áreas de difícil acceso.
Se estima que 607.4 millones de pesos sean destinados a la adquisición de este equipo; presupuesto que tendrá que ser aprobado por la Cámara de Diputados. Estos dispositivos permitirán a las tropas desplegadas en Chiapas y otros estados como Jalisco, Oaxaca, Puebla y Yucatán, mantener una comunicación constante, incluso en áreas remotas o de difícil acceso.
Este nuevo equipo incluye radios de largo alcance con capacidades de encriptación avanzada, lo que garantiza la seguridad de las comunicaciones durante operativos críticos. Las terminales satelitales, por su parte, están diseñadas para ser ligeras y portátiles, permitiendo a las unidades militares establecer enlaces directos con centros de comando en tiempo real, lo que es crucial durante emboscadas o situaciones de emergencia.
Chiapas, un punto estratégico para el tráfico de drogas debido a su cercanía con la frontera guatemalteca, se ha visto gravemente afectado por el incremento de la actividad de cárteles. La disputa por el control de las rutas del narcotráfico ha generado un aumento en los actos violentos, que van desde extorsiones hasta desplazamientos forzados de comunidades enteras.
La situación ha llegado a tal punto que hace una semana al menos 300 transportistas en municipios como Frontera Comalapa y Chicomuselo reportaron que han dejado de circular, según Franklin Herrera Soriano, representante del sector transporte. Los conductores se han visto obligados a devolver sus unidades por temor a la violencia o ante la imposibilidad de seguir trabajando bajo las amenazas del crimen organizado.
Además de los esfuerzos federales, algunos grupos de transportistas en otras áreas de Chiapas, como Pijijiapan y Mapastepec, han optado por organizarse para resistir el cobro de piso y otras prácticas delictivas. Sin embargo, en regiones como la frontera sur, la situación es crítica y la seguridad sigue siendo un reto mayor.