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Secretaría de Hacienda, el nido de la corrupción estatal / En la Mira

Secretaría de Hacienda, el nido de la corrupción estatal / En la Mira
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Héctor Estrada

Enfocar los esfuerzos para la aplicación de una profunda auditoría a la secretaría de Hacienda en Chiapas, sin duda, será una decisión acertada. Ahí es donde se han maquilado, orquestado y ejecutado los múltiples casos de corrupción hoy documentados con los 90 expedientes expuestos por Guillermo Santiago, y otros tantos más que permanecen en completa impunidad. Y para argumentar lo dicho basta recapitular tan sólo un poco.
La desaparición de fondos federales etiquetados, la eliminación de dependencias con todo y las plantillas de personal, el adeudo de salarios a trabajadores estatales y/o proveedores gubernamentales, la falta de insumos en hospitales y escuelas, y, ahora, el evidente desvío de recursos a los fondos destinados al pago de prestaciones laborales dentro del sector salud, son muestras claras de las irregularidades cometidas por los encargados de administrar estos recursos.
Y los ejemplos ampliamente conocidos en Chiapas sobran. Ahí están casos como el del injustificado recorte laboral masivo del mes de enero o las protestas de empresarios proveedores que apenas fueron liberados este fin de semana, tras más de dos meses de haber sido encarcelados por exigir el pago de los adeudos. Y qué decir de las protestas encabezadas por personal de secundarias técnicas, beneficiarios de programas sociales como Habitat o decenas de hospitales y escuelas, entre otros, para las que simplemente “no hay dinero”.
A lo anterior se suman las nuevas observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que detectó durante el ejercicio 2015 irregularidades en el manejo y destino del presupuesto federal asignado a Chiapas por más de 2 mil 934.6 millones de pesos. Es la tercera entidad del país con más observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), debido a la detección de millonarios recursos a los cuales simplemente no se les ha podido comprobar su uso.
Aunque con efectos sobre diferentes rubros, las decisiones siempre han provenido del mismo brazo ejecutor: la Secretaría de Hacienda del Estado de Chiapas, a cargo de Juana María de Coss León hasta 2016; y Humberto Pedrero Moreno de ese año a la fecha. Ha sido los encargados de hacer efectivas las decisiones financieras de Manuel Velasco y sus asesores. Determinaciones que han convertido a las dependencias en organismos de simples apariencias.
Pero el cúmulo de irregularidades cometidas por la Secretaría de Hacienda del Estado de Chiapas, bajo responsabilidad de Humberto Pedrero Moreno, finalmente se vio coronada el pasado mes de mayo con el incumplimiento a la sentencia emitida por el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH) que ordenó la entrega de recursos para el pago de prerrogativas a los partidos políticos locales, por un monto superior a los 65 millones de pesos.
Por eso no sorprende la impunidad con la que hoy vive Juana María de Coss y la inmunidad prácticamente inquebrantable de Humberto Pedrero, pese a los graves señalamientos de la ASF que tiene a Chiapas como el estado más auditado del 2017 y una de las entidades con mayores irregularidades detectadas de 2012 a la fecha. Nada ha sido suficiente para aplicar cambios de fondo. Al contrario, se ha reprimido a quien ha intentado confrontar las titularidades de la dependencia.
A Humberto Pedrero se le deben de manera directa casos de gravedad como el incumplimiento a proveedores, el desvío de recursos del sector salud, las irregularidades señaladas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y la pésima administración de la deuda pública estatal incrementada durante los últimos años, entre otros asuntos más, que desde hace mucho tiempo le hubieran significado su destitución de la dependencia. Sin embargo, por razones inexplicables o lógicas, eso aquí simplemente no ha sucedido… así las cosas.

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