Home Capital “Se ha deteriorado la dignidad de la actividad política”: obispos de Chiapas

“Se ha deteriorado la dignidad de la actividad política”: obispos de Chiapas

“Se ha deteriorado la dignidad de la actividad política”: obispos de Chiapas
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Ante las elecciones 2018 / Hermanos y hermanas de Chiapas, desde nuestra misión como ministros de la Iglesia compartimos nuestra palabra ante las próximas elecciones, para ofrecer una línea de discernimiento desde la Palabra de Dios y del magisterio de la Iglesia.

VER

Compartimos con ustedes cómo vemos la realidad de nuestro Estado, desde las experiencias vividas en las comunidades:

Ø Se ha deteriorado la dignidad de la actividad política al convertirla en ocasión de acceso a los recursos públicos para el enriquecimiento personal, familiar o de grupo.

Ø Muchos presidentes han endeudado a sus municipios, desviando el presupuesto, sosteniendo las campañas de sus partidos e, incluso, distribuyendo en efectivo los recursos del presupuesto, reforzando el ciclo de la pobreza y la dependencia.

Ø Es evidente el enriquecimiento ilegal y voraz de numerosos funcionarios, en contraste con los deficientes servicios públicos que deberían beneficiar a la población.

Ø Existe una corrupción presente en los diferentes sectores de la sociedad, pero que tiene su principal raíz y manifestación en numerosas entidades gubernamentales.

Ø El pueblo percibe que las reformas estructurales y la política neoliberal han resultado en mayor costo de la gasolina, el gas, la electricidad, la canasta básica; y en el deterioro de los servicios de salud, educación etc.

Ø Existen caciques políticos que se han centrado en el beneficio de su familia, o imponen sus propios candidato.

Ø Es de dominio público que hay funcionarios y candidatos con historial delictivo (proliferación de la droga, las cantinas, trata de personas, etc.), que cuentan con protección de funcionarios gubernamentales.

Ø  El sistema de partidos políticos ha sido causa de divisiones y conflictos en las comunidades y los pueblos por la corrupción de autoridades locales, la compra de votos, la coacción por los programas sociales, la propaganda engañosa, las promesas falsas, la distribución de despensas y otros objetos para condicionar al votante, etc.

Ø La impunidad hace que se sigan cometiendo delitos electorales para ganar a toda costa.

Ø Se constata la intervención de la delincuencia organizada en la selección o imposición de candidatos y la existencia de grupos armados ilegales al servicio de intereses políticos, económicos o criminales.

Ø La población tiene miedo o desconfianza de denunciar ante las autoridades, pues duda que actúen en defensa de los intereses del pueblo.

JUZGAR

Ante esta realidad, nuestra responsabilidad como pastores es estar siempre al servicio del pueblo, para acompañarlo desde la fe en su búsqueda de bienestar y liberación de todo lo que daña su vida, sabiendo que la Iglesia está convocada a ser “abogada de la justicia y defensora de los pobres”, como lo expresan los Obispos de América Latina (DA 395), y que “la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política” (Papa Francisco 7/6/13)

En las elecciones se decide algo muy importante y positivo como es la autoridad. El sentido original de la palabra autoridad es aumentar, hacer crecer, dar vida, engendrar, producir algo nuevo, cuidar la vida. Los profetas antiguos hacían responsable a la autoridad de la protección y cuidado de “huérfanos y viudas”, símbolo de los pobres y marginados de la sociedad de su tiempo, y denunciaban con vigor a la autoridad que descuidaba este servicio primario de la justicia y el derecho (cfr. Sal 94).

El tiempo y el abuso han corrompido el sentido original de la “autoridad”, desviándola hacia los sectores fuertes en la política y la economía, que dejan a los pobres y humildes las migajas que caen de la mesa de los satisfechos y poderosos, cuando no sirviéndose a sí mismos con la cuchara grande: corrupción, impunidad, abuso de poder, salarios desorbitados, compadrazgos, concesiones… “Ustedes juegan con la vida del pobre y del miserable tan solo por algún dinero o un par de sandalias” (Amós 8, 6)

Viene a nuestra mente la enseñanza del Señor Jesús ante la discusión que sostienen sus discípulos sobre la autoridad: “Bien saben, les dice, que las autoridades de las naciones las dominan como señores absolutos y las oprimen. No sea así entre ustedes, el que quiera ser grande sea el servidor y el que quiera ser el primero sea el último y servidor de todos; al modo del Hijo del Hombre, que no ha venido a ser servido sino a servir y dar la vida en rescate por muchos” (Mt 20,25-28). La autoridad entonces, no consiste en mandar sino en servir.

Con el Papa Francisco, entendemos que el compromiso cristiano es construir un mundo más justo y con más hermandad: “Si bien el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política, la Iglesia no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia. Todos los cristianos, también los Pastores, están llamados a preocuparse por la construcción de un mundo mejor”  (EG 183).

ACTUAR

La situación actual presenta grandes retos a la ciudadanía, pues al elegir autoridades ha de buscar que  los elegidos asuman su cargo para enfrentar y superar los problemas que aquejan al pueblo de Chiapas.

Hemos de colaborar para que exista un proceso verdaderamente democrático asumiendo nuestras responsabilidades ciudadanas.

Proponemos los siguientes criterios:

Ø Al votar, no moverse por el interés o la ganancia personal, sino ejercer la responsabilidad ciudadana procurar el bien común, la paz que se fundamenta en la justicia. (cfr. Is 1,17 y Gaudete et Exsultate 78)

Ø Pensar en el bien de la gente, pero también en el respeto a la naturaleza y en las generaciones futuras para que tengan una sociedad sana y un contexto natural saludable. (cfr. Mt 6,33 y Laudato Si 54)

Ø Tener presente que el bien común consiste en las condiciones que permiten al ser humano desarrollar su vocación de persona y de creyente, e implica el respeto a la persona humana y sus derechos inalienables, esto supone procurar el desarrollo integral, cuidar la vida familiar, propiciar la paz social basada en la justicia, generar condiciones de seguridad, etc.

Ø Hacemos un llamado a la concordia, invitando a no radicalizar las posturas ni violentar a la población. Una elección con violencia no es democracia, es una dictadura.

Ø Conocer cómo ha sido el comportamiento y el trabajo de los candidatos, para votar por personas que no tengan antecedentes delictivos, o haya sido ya funcionario público y quiera reelegirse, pero ha robado o ha dejado obras inconclusas.

Ø Invitamos a todos a no vender sus votos.

Ø Convocamos a los creyentes a ser coherentes con su propia fe y a procurar que este sea un tiempo de oración y ayuno para que esta elección pase en paz y a seguir abiertos a la gracia de Dios y a beber en lo más hondo de sus propias convicciones sobre el amor, la justicia y la paz. (Cfr. Laudato sí 200)

Tengamos presente que es urgente nuestra participación ciudadana con un voto responsable, bien reflexionado, porque México necesita de todos para crecer y ser una nación donde haya espacio y bienestar para todos.

 

Unidos por el bienestar de nuestra Patria

Fraternalmente 

 

 

 

+ Rodrigo Aguilar Martínez                                             + Pbro. Arnulfo Quintanar Monroy

Obispo de San Cristóbal de Las Casas                           Administrador Diocesano de Tapachula

 

 

 

 

+ Fabio Martínez Castilla

Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez

Junio del 2018

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