* La estrategia incluye fiscalizar sectores de alto riesgo, combatir el contrabando y la emisión de facturas falsas, y promover la regularización de pequeños contribuyentes con reducción de multas y recargos.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) presentó su Plan Maestro 2025, con el objetivo de recaudar 5.3 billones de pesos durante el año, priorizando la fiscalización y el combate a la evasión fiscal, pero sin recurrir a la creación o aumento de impuestos. La iniciativa también contempla medidas para atacar la corrupción y promover una mayor cultura contributiva.
Una de las estrategias centrales será fortalecer la supervisión en sectores económicos de alto riesgo de evasión fiscal, como el comercio exterior, donde se buscará detectar prácticas de contrabando e irregularidades en empresas importadoras. Además, se intensificará la vigilancia de grandes contribuyentes y la identificación de factureras y sus usuarios, con el fin de combatir de forma directa la emisión de comprobantes fiscales falsos.
El SAT también anunció que recurrirá al uso de tecnología para mejorar la fiscalización, analizando comportamientos fiscales y patronales, así como monitoreando actividades relacionadas con la distribución de combustibles. Paralelamente, trabajará junto con la Fiscalía General de la República (FGR) en casos de defraudación fiscal y contrabando, buscando llevar a proceso penal a personas y empresas involucradas en estas prácticas.
Entre las medidas dirigidas a los contribuyentes, destaca un programa de regularización fiscal para pequeños empresarios con ingresos anuales de hasta 35 millones de pesos. Este esquema permitirá saldar adeudos con reducciones del 100 por ciento en multas, recargos y gastos de ejecución. También se busca simplificar trámites como la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y facilitar el cumplimiento fiscal mediante herramientas digitales renovadas.
Sin embargo, el plan no está exento de retos. Expertos han señalado que la efectividad del SAT dependerá de su capacidad para aplicar estas medidas sin perjudicar a los contribuyentes cumplidos y garantizar que las nuevas herramientas tecnológicas realmente faciliten el proceso. La meta de 5.3 billones representa un desafío significativo, considerando que no habrá ajustes a las tasas de impuestos existentes.
